Ecuatorianos por el Mundo

Se revela porqué Liga de Quito ganó la Copa Libertadores y Barcelona SC fracasó

No fue por la altura. El cuadro Universitario logró tener la fórmula mágica para terminar levantando el trofeo más importante a nivel clubes en América

Por David Alomoto

No fue por la altura. El cuadro Universitario logró tener la fórmula mágica para terminar levantando el trofeo más importante a nivel clubes en América
No fue por la altura. El cuadro Universitario logró tener la fórmula mágica para terminar levantando el trofeo más importante a nivel clubes en América
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Liga Deportiva Universitaria de Quito logró cambiar la historia del fútbol ecuatoriano en el 2008, luego de proclamarse como campeón de la Copa Libertadores. Por su parte, Barcelona Sporting Club estuvo a punto dos veces pero se quedó a un paso perdiendo en sus finales.

Y es que los albos finalmente cumplieron el máximo anhelo de los equipos, en una complicada serie ante Fluminense que se terminó resolviendo por la vía de los penales en el mismísimo Maracaná. Pero ¿qué tuvo el cuadro que comandaba Edgardo Bauza que no consiguieron las otras dos plantillas de BSC?

Y es que se deben tener un conjunto de situaciones que van más allá de la suerte o, en el caso de Liga de Quito, la ventaja de la altura en el estadio Rodrigo Paz Delgado. La plantilla del 2008 logró compactarse a la mística que pedía el Patón, es decir con jugadores que tenían una mentalidad ganadora, que no se conformen con lo mínimo.

Para el entrenador argentino, está llamada mística empezó gestándose en el 2007 cuando, con sobra de merecimientos, ganaron el campeonato ecuatoriano de fútbol y forjó varios líderes dentro del grupo (como el caso de José Cevallos, Norberto Araujo, Enrique Vera, o el mismo Claudio Bieler).

La filosofía que tenía Bauza fue bien decodificada por los jugadores que tuvo y le permitió pararse y hacerles frente a otros grandes del Continente como San Lorenzo, Estudiantes de la Plata y América de México que se habían reforzado para levantar el trofeo.

Cuando le preguntaron al Patón por aquella mística que impartió en el cuadro capitalino, respondió: "Se necesitan jugadores ganadores, que no se conformen, que maldigan cada vez que pierden... Yo fui dirigido por técnicos a los que les sobraba mística y creo estar haciendo lo necesario para ayudar a mis jugadores a construirla".


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