Siendo ecuatoriano vale 65 millones, pero lo que costaría Willian Pacho si fuera alemán o brasileño
El defensa ecuatoriano sigue destacando en el PSG pese a ello su valor no aumenta como otros elementos que son de menor nivel
El ascenso meteórico del defensor ecuatoriano Willian Pacho en la élite del fútbol europeo ha provocado un debate fascinante sobre la influencia de la nacionalidad en el valor de mercado de un jugador. Actualmente, el zaguero, con un desempeño de clase mundial, tiene una valoración oficial alta, pero una comparación hipotética resalta un posible sesgo en las cotizaciones internacionales.
Según la información proporcionada, y con base en un análisis realizado por la casa de apuestas Betano, el valor de mercado de Willian Pacho, siendo ecuatoriano, se establece en unos 65 millones de euros. Esta cifra ya lo sitúa entre los defensores jóvenes más valiosos del mundo, reflejando su solidez, su capacidad de anticipación y su inteligencia táctica en una de las ligas top de Europa.
La comparación hipotética es donde reside la polémica. El análisis sugiere que, si Pacho poseyera otra nacionalidad con un historial de exportación más establecido en el fútbol europeo, su precio se dispararía significativamente. De esta manera, si Willian Pacho fuera de nacionalidad alemana, su valor de mercado alcanzaría la impresionante cifra de 120 millones de euros.
De igual forma, si el talentoso central zurdo tuviera el pasaporte de una potencia futbolística sudamericana como Brasil, su cotización hipotética se elevaría a 90 millones de euros. Esta diferencia de entre 25 y 55 millones de euros respecto a su valor actual subraya la existencia de una "prima" o plusvalía implícita que se otorga a los jugadores de ciertas naciones con mayor tradición en el mercado de traspasos.
Este fenómeno resalta que, a pesar de su innegable talento y rendimiento en el campo, el valor de Pacho podría estar sujeto a la percepción del mercado sobre la nacionalidad. Los futbolistas provenientes de países con una larga trayectoria de éxitos en Europa (como Alemania) o de exportación masiva de figuras (como Brasil) suelen generar mayor confianza y, por ende, justificar traspasos más onerosos.