Imposible llegar tarde, el fuerte castigo para Liga de Quito sino llegan a tiempo al partido ante Palmeiras

Julio Álvarez, directivo de Liga de Quito, reveló la extrema rigurosidad con la que la CONMEBOL gestiona el timing de los partidos cruciales, como la semifinal de la Copa Libertadores ante Palmeiras en Brasil. La advertencia es clara y costosa: una multa de $50.000 (cincuenta mil dólares) espera al club si el equipo o el cuerpo técnico llegan tarde al estadio para el inicio del partido. Este monto actúa como un fuerte disuasivo económico en una instancia decisiva.

La declaración de Álvarez, quien enfatiza la necesidad de "conocer el reglamento de memoria", no es casual. Liga de Quito ya ha sido sancionada previamente por incumplimientos en los protocolos de tiempo, incluyendo retrasos al inicio y reanudación de partidos, lo que derivó en multas significativas para el club y el entrenador Tiago Nunes. Este antecedente genera una alerta máxima en la dirigencia y el staff para evitar reincidencias en la fase más importante del torneo.

La revelación de la agenda del equipo ilustra la meticulosa planificación logística necesaria en un entorno como São Paulo. Álvarez detalló que el entrenamiento se realizaría en la cancha del Corinthians entre las 15h00 y 17h00, con el equipo de vuelta a la concentración a las 18h00. Este control del tiempo es crucial para asegurar el descanso y la alimentación adecuados, mientras se minimizan los riesgos de tráfico y otros imprevistos en una ciudad tan grande.

Para el día del partido, la planificación se vuelve quirúrgica. El directivo mencionó una hora de salida exacta para el bus del equipo: "Mañana saldremos 18h45 para llegar a tiempo". Esta hora de partida está calculada para que la delegación arribe al estadio Allianz Parque con el tiempo reglamentario de antelación exigido por la CONMEBOL, asegurando que los jugadores puedan realizar el calentamiento, vestirse y cumplir con los requisitos televisivos sin apuros.

Julio Álvarez, al comentar sobre la atmósfera de la semifinal, humaniza el reto, señalando que "Es mi primera vez, una Semifinal de Libertadores. Es una emoción y quizá no se disfruta como un hincha". Esta reflexión subraya que, aunque hay una gran carga emotiva y deportiva, la dirigencia debe enfocarse en la eficiencia administrativa y el estricto cumplimiento de las normas. El factor emocional no puede nublar la responsabilidad de proteger las finanzas del club de multas innecesarias.

La advertencia de la multa de $50.000 se convierte en el símbolo de la importancia del cuidado de los detalles a este nivel de competencia. En la Copa Libertadores, la disciplina se extiende más allá del campo de juego. Este castigo por impuntualidad obliga a Liga de Quito a operar con una precisión de reloj suizo, demostrando que en el fútbol de élite, la victoria no solo se juega con el talento, sino también con la organización y el estricto apego al reglamento.