Le perjudicó a LDU, mira cuántos minutos hizo jugar de adición Roldán hasta que Palmeiras hiciera el 2do gol
Ya debía terminarse el primer tiempo pero siguieron jugando, y luego del segundo tanto pitó el final de la primera parte
El partido de vuelta entre LDU y Palmeiras en instancias decisivas de la Copa Libertadores, con Wilmar Roldán como juez central, estuvo envuelto en una fuerte polémica, especialmente en relación con el manejo del tiempo de adición. La actuación del árbitro colombiano, conocido por sus decisiones a veces cuestionadas, se convirtió en el principal tema de debate, eclipsando por momentos el desarrollo del juego mismo y las estrategias de ambos equipos.
La principal queja gira en torno a la duración del tiempo extra concedido. El reclamo popular sostiene que, aunque inicialmente se indicaron solo tres minutos de adición al final del segundo tiempo, el juego se extendió mucho más allá de lo anunciado, concretamente hasta el minuto 90+5 o incluso más. Esta prolongación no justificada generó una gran suspicacia en el entorno de LDU y sus aficionados.
La prolongación de la adición es vista por la hinchada y algunos analistas como un factor que perjudicó directamente a LDU. Al mantener el juego activo por más tiempo del estipulado y sin razón aparente —más allá de las interrupciones normales—, se le brindó a Palmeiras, el equipo que urgía el gol, un margen adicional invaluable para alcanzar su objetivo.
El punto álgido de la polémica se produce cuando Palmeiras logra anotar el segundo gol, atribuido a Fuchs (según tu mención), precisamente en ese tiempo excedido. La crítica más fuerte es que el árbitro Wilmar Roldán esperó a que se concretara la anotación para inmediatamente después, y sin dilación, pitar el final del encuentro. Esto reforzó la percepción de que el juego se había extendido con el único propósito de permitir el tanto brasileño.
Este encadenamiento de eventos, donde el tiempo de adición parece manejarse de forma elástica y culmina con el gol y el pitazo instantáneo, alimenta la sensación de una injusticia deportiva en el bando de LDU. El equipo ecuatoriano se sintió despojado o, al menos, desfavorecido por una decisión arbitral que pareció romper con la rigidez reglamentaria para beneficiar al equipo local en un momento de alta presión.