Michael Estrada hizo un triplete a San Antonio pero salió en camilla y esto tendría
El delantero ecuatoriano salió en camilla, estaría acalambrado por la carga de partidos
La reciente gesta del delantero ecuatoriano Michael Estrada con Liga de Quito quedará grabada en la memoria colectiva con un sabor agridulce. El atacante fue el protagonista indiscutible del partido, logrando un impresionante triplete que aseguró la victoria de su equipo. Sin embargo, la celebración por su hazaña goleadora fue eclipsada por una imagen de profunda preocupación: el jugador tuvo que abandonar el campo de juego en camilla, confirmando el alto costo físico de su esfuerzo. Este contraste entre el éxito deportivo y el colapso físico encendió las alarmas en el entorno albo.
La principal hipótesis sobre la dolencia del ariete ecuatoriano apunta a un cuadro de calambres severos. Estos no serían un simple malestar pasajero, sino la manifestación de una fatiga extrema y un agotamiento muscular profundo. El elevado rendimiento de Estrada, sumado a la alta exigencia del fútbol actual y el calendario apretado que maneja Liga de Quito, habrían llevado su cuerpo al límite. El esfuerzo explosivo para concretar sus tres anotaciones terminó por pasarle una factura física ineludible.
El contexto del calendario es fundamental para entender la situación. Liga de Quito, como equipo que compite en el frente local y en la Copa Ecuador (donde se dio la victoria contra San Antonio FC) o torneos internacionales, ha mantenido una carga de partidos constante. Jugar con poca frecuencia de descanso impide la recuperación muscular completa, acumulando estrés y haciéndolos más propensos a este tipo de incidentes. La camilla se convierte, así, en un símbolo del desgaste que enfrentan los futbolistas de alto nivel en las etapas decisivas de la temporada.
Aunque se confirmó que la dolencia de Michael Estrada era, en principio, por la saturación muscular y los calambres, la imagen generó una natural inquietud en la hinchada y el cuerpo técnico. Un calambre de tal magnitud que requiere asistencia y traslado en camilla es un claro indicativo de que el jugador está al tope de su resistencia. Por lo tanto, se vuelve imperativo que los servicios médicos realicen una evaluación exhaustiva para descartar cualquier lesión muscular más grave que pudiera derivar de esa fatiga extrema.
El triplete, aunque un momento de gloria personal para Estrada y de gran valor para el equipo, obliga a la dirigencia de Liga de Quito a tomar medidas cautelares. En los próximos días, la prioridad será establecer un plan de recuperación enfocado en la rehidratación, la reposición de electrolitos y un descanso adecuado. El entrenador deberá considerar seriamente la posibilidad de dosificar los minutos del delantero en los siguientes compromisos para protegerlo de un daño físico prolongado.
El episodio de Michael Estrada ilustra a la perfección la delgada línea que separa el éxito deportivo del límite físico. Su brillante triplete fue el resultado de un esfuerzo titánico que, inmediatamente después, se reflejó en una situación de emergencia médica. La situación es un llamado de atención sobre la necesidad de gestionar cuidadosamente la carga de partidos, asegurando que el goleador ecuatoriano, que ha recuperado su mejor forma, pueda continuar siendo un factor determinante sin arriesgar su salud.
