Se cae a pedazos y el jugador de Emelec que está sorteando su camiseta para poder pagar a los trabajadores del club
En el cuadro Millonario no pagan salarios desde hace 4 y hasta 5 meses y nadie se hace cargo
El Club Sport Emelec, uno de los equipos más grandes y laureados de Ecuador, atraviesa una de las crisis administrativas y financieras más severas de su historia reciente, que está teniendo consecuencias directas y dramáticas en el día a día de sus empleados. Esta situación de inestabilidad, marcada por constantes deudas de salarios, ha llevado al plantel principal a tomar medidas de presión y, de manera notable, ha provocado un gesto de profunda solidaridad humana por parte de uno de sus jugadores extranjeros, Alexander González.
La problemática central de Emelec es el reiterado incumplimiento en el pago de salarios. La situación, que ha sido descrita como "insostenible" y "prácticamente inhumana" por los propios futbolistas, afecta a todo el personal del club. De acuerdo con los reportes internos y declaraciones de los propios empleados, las deudas de sueldos con los trabajadores, que incluyen personal de mantenimiento, seguridad y otras áreas administrativas, ascienden a un período crítico que oscila entre 4 a 5 meses, dejando a muchas familias en una situación económica desesperada.
En medio de este panorama desolador, el futbolista venezolano Alexander González ha emergido como un símbolo de la solidaridad dentro del camerino del "Bombillo". González, quien ha sido una pieza fundamental en el equipo y que también ha sufrido los estragos de la falta de pagos e incluso problemas migratorios debido a la inacción dirigencial, decidió ir más allá de las protestas formales para ayudar a quienes más lo necesitan: los trabajadores de base del club.
La iniciativa de Alexander González es un reflejo de la grave situación que atraviesa la institución. El lateral está realizando un sorteo de una de sus camisetas (posiblemente autografiada) a través de sus redes sociales u otros medios, con el objetivo explícito de recaudar fondos que serán destinados a pagar los sueldos atrasados de los trabajadores del club. Este gesto, aunque noble, expone la incapacidad de la directiva para cumplir con sus obligaciones más básicas.
La frase "se cae a pedazos" utilizada para describir la actualidad de Emelec se sustenta en la evidencia de la crisis institucional. No solo los jugadores de la plantilla principal se han plantado y han llegado a paralizar los entrenamientos, sino que la situación administrativa ha impactado en la moral y el rendimiento deportivo del equipo. Que un jugador deba recurrir a un sorteo para pagar los salarios de sus compañeros de trabajo es una señal de alarma que afecta la imagen y la jerarquía histórica del club.
La acción de Alexander González, que busca aliviar la miseria de los empleados del club, ha generado una ola de apoyo en la hinchada y un debate nacional sobre la gestión del fútbol ecuatoriano. Si bien el gesto es loable, subraya el terrible estado financiero del club: ¿Cómo es posible que una institución de la talla de Emelec no cumpla con sus obligaciones básicas por meses, obligando a sus propios futbolistas a realizar actos de caridad interna para cubrir las deudas de la directiva?