Solo para que no juegue en Liga de Quito, lo que pagará Luis Chango por Bryan Bentaberry y tenerlo parado
El defensa llegó a expresar su deseo de jugar en el cuadro albo y ya se le terminaba el contrato pero el Mushuc piensa renovarlo
El presidente de Mushuc Runa, Luis Chango, conocido por sus declaraciones polémicas y directas, habría tomado una decisión económica y personal drástica con relación al defensor uruguayo Bryan Bentaberry. Chango reveló que planea invertir USD 100.000 en la compra de los derechos deportivos del jugador, no con el propósito de utilizarlo en su equipo, sino, paradójicamente, con la intención de "tenerlo parado" y, específicamente, para asegurarse de que no juegue en Liga Deportiva Universitaria (LDU), club al que Bentaberry había sido vinculado.
El motivo detrás de esta insólita y costosa acción es la profunda frustración y enojo expresado por Chango hacia el rendimiento y el comportamiento de Bentaberry. El dirigente declaró estar "super molesto" con el defensor, particularmente por las reiteradas expulsiones que el jugador ha sufrido. Para Chango, las faltas disciplinarias del zaguero no son casualidad, sugiriendo una posible "intencionalidad" detrás de su historial de tarjetas rojas, lo cual habría detonado su decisión de sacarlo del mercado.
La amenaza de comprar el pase de Bentaberry solo para mantenerlo inactivo representa un caso atípico de "castigo" deportivo y económico. El costo de USD 100.000 se convertiría en una inversión puramente punitiva, garantizando que el jugador no pueda negociar con LDU ni con cualquier otro equipo que pudiera interesarle, mientras que simultáneamente el club que lo posea no lo ponga en competencia, congelando de facto su carrera.
El enfoque principal de la medida no es el beneficio deportivo para Mushuc Runa, sino la restricción activa para que Bentaberry no se incorpore a Liga de Quito. Chango, en su rivalidad manifiesta con otros equipos de la capital, busca vetar el pase del jugador al equipo "Albo", asegurando que su mal rendimiento (según su criterio) o su potencial no beneficien a un competidor directo, incluso si la alternativa implica un costo financiero.
Las palabras de Luis Chango, con la revelación explícita de su plan de comprar y "parar" al jugador, exponen un manejo de conflictos y decisiones institucionales profundamente personal. Este tipo de declaraciones genera controversia y debate en el fútbol ecuatoriano sobre los límites éticos y la naturaleza de las inversiones en el deporte, donde una figura puede decidir la inactividad de un profesional por un desacuerdo personal sobre su disciplina.