Dejó con uno menos al Chelsea ante Arsenal y lo que dijeron los hinchas de Moisés Caicedo
El ecuatoriano entró con fuerza contra Mikel Merino en el primer tiempo
La expulsión de Moisés Caicedo en el crucial derbi entre Chelsea y Arsenal fue el detonante de una intensa división de opiniones entre los aficionados en redes sociales. El ecuatoriano, que había tenido un inicio de partido muy intenso, dejó al Chelsea con diez hombres por una acción que, si bien buscaba disputar el balón, fue calificada por el árbitro como merecedora de la tarjeta roja, dejando a su equipo en una situación de inferioridad numérica.
Una facción de los hinchas, incluyendo a muchos seguidores del Arsenal, consideró que la sanción a Caicedo fue "bien expulsado". Esta postura se basó en la vehemencia y el riesgo implícito en la entrada. Para ellos, la velocidad y la fuerza del tackle eran imprudentes, y un jugador de su jerarquía debía medir mejor este tipo de acciones, especialmente al tratarse de una disputa por el balón que puso en peligro la integridad del rival.
Sin embargo, en el lado opuesto del debate, una parte importante de los aficionados del Chelsea y de la Selección de Ecuador defendió a Caicedo, argumentando que la jugada no era para expulsión o que, en el peor de los casos, merecía una amarilla. La crítica se centró en la dureza del arbitraje en un derbi y en la tendencia a sancionar con rigor al ecuatoriano. Lo vieron como una acción de juego propia de su estilo combativo, más que como una malintencionada.
Más allá de la polémica arbitral, la expulsión reavivó una crítica recurrente sobre la actuación de Caicedo en los "partidos bravos" o de gran trascendencia. Algunos comentaristas y aficionados de Twitter señalaron que el mediocampista tiende a "desaparecer" o a no ser el factor dominante que fue en el Brighton cuando el nivel de exigencia es máximo. Para ellos, la expulsión fue un síntoma de su frustración al no poder controlar el mediocampo como le gustaría.
Por otro lado, sus defensores contrarrestaron esta narrativa, apuntando que el mismo hecho de que Moisés Caicedo estuviera en el centro de la polémica con una expulsión demostraba que estaba jugando con la máxima intensidad y el compromiso que el partido requería, justamente para evitar la "desaparición". Su papel es recuperar balones y desbaratar el ataque rival, funciones que inevitablemente conllevan riesgo y contacto físico en un duelo de esta magnitud.
En conclusión, la tarjeta roja de Moisés Caicedo no solo dejó al Chelsea con un jugador menos, sino que polarizó a la opinión pública. Mientras unos vieron en la expulsión la confirmación de su juego imprudente y una señal de que no logra manejar la presión de los grandes encuentros, otros la interpretaron como una injusta penalización a un futbolista que estaba cumpliendo a cabalidad su rol de "perro de presa" en el mediocampo, haciendo honor a su reputación de guerrero.