Lo acusaron que se fue al Chelsea por dinero y así recibió la hinchada del Brighton a Moisés Caicedo

El mediocampista ecuatoriano sigue siguiendo repudiado por los del Brighton, lo abuchearon y pifiaron cuando entró a la cancha

Moisés Caicedo / Foto: Chelsea
Moisés Caicedo / Foto: Chelsea
Foto de David Alomoto
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La controvertida transferencia del mediocampista ecuatoriano Moisés Caicedo del Brighton & Hove Albion al Chelsea se convirtió en una de las grandes "novelas" del mercado de fichajes de verano de 2023, y la forma en que se gestó dejó una herida abierta con la afición de su antiguo club. Aunque el traspaso representó una cifra récord en la historia del fútbol británico—alcanzando cerca de $146 millones de dólares—, la hinchada de las "Gaviotas" interpretó la movida del jugador no como una ambición deportiva, sino como una decisión puramente motivada por el dinero.

La percepción de la hinchada se alimentó por el largo tira y afloja en las negociaciones. Caicedo ya había intentado forzar su salida a principios de 2023, y su posterior renovación con el Brighton fue vista por muchos como un simple mecanismo para asegurar que el club obtuviera una transferencia aún más lucrativa. Sin embargo, la tensión estalló cuando, en la fase final de las negociaciones, el ecuatoriano rechazó una oferta acordada entre el Brighton y el Liverpool, su otro gran pretendiente, para unirse específicamente al Chelsea. Para la afición, este gesto confirmó que la lealtad y el proyecto deportivo se habían supeditado a la oferta salarial y el atractivo de un club londinense de mayor chequera.

El resentimiento acumulado se hizo palpable en los primeros reencuentros. Cuando Moisés Caicedo regresó al Amex Stadium vistiendo la camiseta del Chelsea, el recibimiento fue todo menos hospitalario. Al saltar a la cancha, y cada vez que tocaba el balón, el mediocampista fue recibido con una sonora y unánime sinfonía de abucheos, pifias y silbidos. La hostilidad no solo provino de la voz de la grada; también se manifestaron en pancartas y gestos gráficos, incluyendo billetes falsos con su rostro, haciendo burla de su supuesta codicia.

Este recibimiento hostil fue el reflejo de una profunda sensación de traición en la afición del Brighton. El club había sido clave en el desarrollo de Caicedo, dándole la oportunidad en la Premier League y transformándolo en una estrella codiciada a nivel mundial. Para los seguidores, el jugador que antes idolatraban por su entrega y talento se había marchado de forma poco elegante, forzando una salida y eligiendo el destino que más le convenía económicamente, sin retribuir con gratitud el apoyo y la paciencia que le habían brindado.

A pesar de que el Brighton salió ganando financieramente con la venta más cara de su historia, la hinchada mantiene el repudio hacia el ecuatoriano. Los abucheos y silbidos se han convertido en una constante en cada partido que Caicedo disputa contra su exequipo. Este comportamiento es común en el fútbol inglés cuando los jugadores abandonan sus clubes en circunstancias que se perciben como desleales o por motivación exclusivamente económica, transformando al exjugador en un símbolo del cinismo del fútbol moderno.

Para Moisés Caicedo, esta es una faceta difícil de su transición al Chelsea. El talentoso mediocampista debe lidiar con la presión del precio récord y, al mismo tiempo, con la implacable reacción de la que fue su casa. El ecuatoriano, por su parte, ha mantenido una postura de profesionalismo, intentando ignorar las provocaciones y concentrarse en el juego. Sin embargo, el rechazo de los hinchas del Brighton es un recordatorio constante de que, en el mundo del fútbol, las decisiones de carrera, especialmente las ligadas a cifras millonarias, a menudo tienen un costo emocional y de reputación que va más allá de la cancha.

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