(VIDEO) Jugó solo ante el Bayern Múnich en Champions League y aún así criticaron a Joel Ordóñez en Brujas

La joven promesa ecuatoriana, Joel Ordóñez, se encontró en el ojo del huracán tras la difícil derrota de su equipo, el Club Brujas, ante el gigante Bayern Múnich en la UEFA Champions League. A pesar de haber sido uno de los pocos defensores que intentó mantener a raya el poderío ofensivo bávaro, las críticas de la prensa belga se centraron en él, señalándolo por los goles recibidos, en particular los dos primeros, ignorando la magnitud del desafío que enfrentó.

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Específicamente, los analistas en Bélgica le achacaron a Ordóñez cierta responsabilidad, argumentando que pudo haber sido más contundente o haber reaccionado mejor en las jugadas que terminaron en la red. Sin embargo, una mirada más objetiva al desarrollo del partido revela una situación táctica y de desempeño mucho más compleja. El zaguero ecuatoriano, de solo 21 años, fue expuesto constantemente debido a la ineficacia de sus compañeros.

La realidad del encuentro fue que la defensa del Brujas se vio completamente superada por la velocidad y la precisión de los atacantes del Bayern Múnich. La crítica principal que debería recaer sobre el equipo es la falta de taponamiento y la escasa presión de los mediocampistas y laterales sobre los delanteros bávaros. Esto provocó que el balón llegara a la zona de Ordóñez con una ventaja numérica a favor del rival.

Hubo momentos críticos donde Joel Ordóñez se encontró enfrentando situaciones de 3 contra 1, una tarea virtualmente imposible para cualquier defensor central, incluso uno de élite. Estas circunstancias, que desvirtuaron el sistema defensivo, surgieron porque sus compañeros no lograron interceptar pases, cerrar espacios a tiempo o seguir la marca de los jugadores clave del Múnich, dejando a Ordóñez como el último y solitario obstáculo.

La expectativa de que un solo jugador pueda anular a una delantera de talla mundial como la del Bayern Múnich es injusta. La Champions League, y en particular los duelos contra los grandes de Europa, son una prueba de fuego colectiva. Individualizar la culpa en Ordóñez por una derrota que se gestó en fallas estructurales y de presión a lo largo del campo es un juicio desmedido que ensombrece su esfuerzo por competir al más alto nivel.

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A pesar de las críticas en Bélgica, la experiencia contra el Bayern Múnich es un valioso aprendizaje para Joel Ordóñez. Demostró que, incluso bajo una presión insostenible y con un apoyo deficiente de sus compañeros, tiene la entereza de intentar batallar. Para el fútbol ecuatoriano, su presencia en estos escenarios de élite, a pesar de las derrotas y las críticas injustas, sigue siendo un motivo para seguir de cerca su desarrollo.