Cada vez se parece más a Bustos, el lloro de Tiago Nunes aunque LDU ganó a IDV y no le dejó ser campeón

La victoria de Liga de Quito en Casa Blanca ante Independiente del Valle (IDV) no solo fue un triunfo crucial en la tabla, sino que también desató una controversia en la rueda de prensa post-partido, protagonizada por su director técnico, Tiago Nunes. A pesar de que su equipo se llevó los tres puntos y evitó la coronación de su rival en su estadio, el estratega brasileño se mostró visiblemente molesto, enfocando su discurso no en el logro de la victoria, sino en la actuación arbitral y la supuesta falta de criterio.

Tiago Nunes, consciente de la importancia del clásico, resaltó el compromiso de sus jugadores y la valía de cada encuentro en la recta final: "Cada partido, cada punto es importante". Aunque la victoria fue de LDU, el DT enfatizó que el resultado se logró por la determinación de su plantilla, aludiendo a que su equipo fue el que más buscó la victoria: "Ganó el equipo que más lo buscó". Esta declaración pone de relieve el esfuerzo colectivo sobre cualquier otro factor.

El foco de la molestia de Nunes recayó sobre la decisión del árbitro de expulsar a su jugador Gian Allala. El entrenador manifestó su profunda preocupación por el criterio aplicado: "Me preocupa el criterio de algunas cosas". A su juicio, la tarjeta roja fue una decisión exagerada que desnaturalizó el desarrollo del juego y puso en desventaja a su equipo en un momento decisivo del compromiso. El técnico no dudó en cuestionar abiertamente el criterio del juez central.

Para argumentar su posición sobre la expulsión de Allala, Tiago Nunes ofreció una explicación que sugiere que la visibilidad de la lesión del jugador de IDV fue un factor determinante en la decisión arbitral. Afirmó que "fue un contacto natural, se dejaron impactar por la sangre". Con esto, el DT albo insinúa que el árbitro reaccionó más al dramatismo de la herida superficial que a la intencionalidad o gravedad real de la jugada, considerándola una acción de juego normal que fue mal juzgada, y que la sangre magnificó la reacción.

La vehemencia y la centralidad que el técnico brasileño le da a las decisiones arbitrales tras partidos clave han llevado a algunos medios y aficionados a trazar paralelismos con otros entrenadores que han sido muy críticos en el fútbol ecuatoriano, como Fabián Bustos en su momento. El apodo de "lloro" que se le atribuye a sus quejas refleja una percepción de que Tiago Nunes recurre frecuentemente a factores externos—como las condiciones de la cancha o el arbitraje—para explicar situaciones complejas de su equipo, incluso tras obtener la victoria.

Más allá de la controversia, el reclamo de Tiago Nunes puede entenderse como una estrategia de gestión de grupo. Al apuntar al arbitraje, desvía la atención de cualquier deficiencia propia del equipo en la cancha, protegiendo a sus jugadores y reforzando el sentimiento de que el grupo superó un obstáculo externo. Esta postura busca mantener alta la moral y la confianza de su plantilla de Liga de Quito para afrontar los desafíos restantes en su lucha por el título.