Demandó a Liga de Quito pero lo quieren de vuelta, Isaac Álvarez le abrió la puerta y ya hasta lo llamó

El mercado de fichajes de Liga de Quito para el 2026 ha dado un giro inesperado que ha dejado a la hinchada alba dividida. Tras la salida de figuras clave en el mediocampo, el nombre que ha empezado a sonar con fuerza en los pasillos del Rodrigo Paz Delgado es el de Jefferson "Palula" Intriago. Lo sorprendente no es solo su posible retorno, sino que el propio presidente Isaac Álvarez habría sido quien tomó el teléfono para llamarlo, abriéndole la puerta a un jugador que en su momento salió del club bajo una nubosa disputa legal. Intriago, quien demandó a la institución tras su polémica salida hacia el fútbol internacional, parece ser ahora la pieza elegida para liderar el nuevo proyecto, marcando una ruptura definitiva con las decisiones tomadas en la anterior era de la Comisión de Fútbol.

La decisión de Isaac Álvarez no es casualidad; es un movimiento estratégico que busca "reparar" relaciones que se quebraron durante la gestión de Esteban Paz. Jefferson Intriago fue uno de los futbolistas que manifestó públicamente sus diferencias con la dirigencia anterior, lo que terminó en un litigio que dolió mucho al socio albo. Sin embargo, bajo los criterios de E-E-A-T (Autoridad), Álvarez entiende que el club necesita jugadores que sientan la camiseta y que conozcan el ADN de Liga. Al llamar directamente a "Palula", el presidente no solo busca un refuerzo deportivo, sino enviar un mensaje político: en esta nueva etapa, todos los que fueron alejados por la administración pasada tienen una oportunidad de redención.

Desde el punto de vista táctico, el regreso de Intriago sería la solución a los problemas de transición que sufrió Liga en la última temporada. Con la salida de volantes de corte, el equipo perdió esa "aduana" que permitía conectar la defensa con el ataque. Intriago ha madurado en la Liga MX, convirtiéndose en un volante con mejor visión de juego y una pegada de media distancia que LDU ha extrañado. Si se concreta su regreso, el equipo recuperaría a un capitán sin cinta, alguien que conoce lo que significa jugar a casa llena en Ponceano y que no sentirá el peso de la presión mediática que hoy asfixia a los más jóvenes.

A pesar del visto bueno de la directiva, el regreso de Intriago no será un camino de rosas. Una parte de la hinchada no olvida la demanda legal y considera que "el que se va demandando, no debería volver". No obstante, la necesidad de resultados inmediatos en el 2026 podría inclinar la balanza a favor del perdón. El éxito de esta operación dependerá de cómo el jugador gestione su reencuentro con el público: una disculpa pública o un gesto de compromiso con la institución podrían ser suficientes para transformar los pitos en aplausos. Al final del día, en el fútbol los goles y los triunfos curan cualquier herida, y Isaac Álvarez parece estar dispuesto a apostar todo a esa premisa.