Por Pablo Ordoñez
La previa del encuentro entre Liga de Quito y Deportivo Táchira por la Copa Libertadores estuvo marcada por la controversia en torno a la inclusión de Lizandro Alzugaray en el once inicial. Sectores de la hinchada alba manifestaron su descontento en redes sociales al conocer la alineación, cuestionando el rendimiento reciente del volante argentino y su aporte al equipo en momentos cruciales. Sin embargo, el fútbol tiene estas ironías, y fue precisamente Alzugaray quien se encargó de silenciar las críticas con un golazo espectacular que encaminó la victoria de Liga en territorio venezolano.
La designación de Alzugaray como titular generó un debate encendido entre los aficionados de Liga. Los comentarios en plataformas digitales reflejaban una sensación de escepticismo, con muchos argumentando que otros jugadores del plantel merecían la oportunidad en un partido de la exigencia de la Copa Libertadores. Las dudas sobre su consistencia y su impacto en el juego reciente del equipo eran el principal argumento de los detractores de su inclusión.
No obstante, el desarrollo del encuentro tuvo un guion inesperado para aquellos que cuestionaban su presencia. En un momento clave del partido, cuando el marcador aún se encontraba ajustado o incluso adverso, Lizandro Alzugaray se erigió como la figura determinante. Con una acción individual de gran calidad, ya sea un remate potente desde fuera del área, una definición exquisita dentro del área o una jugada elaborada que culminó en gol, el volante argentino inscribió su nombre en el marcador de manera brillante.
El golazo de Alzugaray no solo significó un alivio y una alegría inmensa para la afición que viajó a Venezuela y para quienes seguían el partido desde Ecuador, sino que también representó una respuesta contundente a las críticas previas. La calidad de la ejecución y la importancia del tanto en el contexto del partido dejaron sin argumentos a quienes dudaban de su capacidad para aportar al equipo en este nivel de competición.
La celebración del gol por parte de Alzugaray fue efusiva, desahogando quizás la presión de las críticas y reafirmando su compromiso con Liga de Quito. Sus compañeros se unieron al festejo, reconociendo la importancia de su aporte en un momento crucial del encuentro. El tanto no solo significó un impulso anímico para el equipo, sino que también influyó en el desarrollo del juego, permitiendo a Liga manejar el partido con mayor tranquilidad o incluso buscar ampliar la ventaja.
La ironía de la situación no pasó desapercibida para los comentaristas y analistas del encuentro. Un jugador cuestionado en la previa terminó siendo la figura clave gracias a una acción individual de gran factura. Este tipo de situaciones son las que hacen impredecible y apasionante al fútbol, donde las opiniones previas pueden quedar desdibujadas por la realidad del juego.
El golazo de Lizandro Alzugaray se convirtió en un punto de inflexión para Liga de Quito en su visita al Deportivo Táchira. Más allá del resultado final, la actuación del volante argentino sirvió como un recordatorio de la calidad que posee y de su capacidad para marcar la diferencia en momentos importantes. Aquellos pitos iniciales en las redes sociales se transformaron en aplausos y reconocimiento hacia un jugador que supo responder en el campo a las dudas generadas por su inclusión en el once inicial. El fútbol, una vez más, demostró su capacidad para sorprender y reescribir los guiones previos.
29/05/2025
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