Emelec debe pasar la escoba el 2026, hasta 18 jugadores que han defraudado y deberían dejar el equipo

Se han dado los nombres de muchos jugadores que no han sido aporta para el Bombillo y más cobran un sueldo

Emelec / Foto: API
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Emelec debe tener una limpieza profunda de su camerino, con jugadores que han quedado debiendo pero cobran un salario. Nombres como: Gilmar Napa, Garrincha Quiñones, Tarira, Marco Cuero, Jackson Rodríguez, Joao Quiñónez, Romario Caicedo, Alfonso Barco, Roberto Garcés, Christian Cueva, Ruiz Gómez, Manchita Corozo, Facundo Castelli, Tin Angulo, Justin Cuero, Maicon Solís, Lara y Alexander González, no han dado la talla.

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El Club Sport Emelec, una de las instituciones más grandes y tradicionales del fútbol ecuatoriano, se encuentra en un momento de profundo análisis. Con una afición acostumbrada a la gloria y los títulos, el rendimiento reciente del equipo ha generado un malestar considerable, llevando a que los seguidores pidan a gritos una revisión exhaustiva de la plantilla. El sentir general es que hay jugadores que, a pesar de recibir salarios considerables, no han logrado rendir a la altura de las exigencias del club.

Esta insatisfacción de los hinchas es un reflejo de la alta vara que se ha puesto a sí mismo el "Bombillo" a lo largo de su historia. No se trata solo de los resultados, sino de la actitud y el compromiso demostrado en la cancha. La percepción es que la falta de resultados recientes no se debe únicamente a la mala suerte o a circunstancias del juego, sino a un problema estructural que requiere un cambio drástico y una evaluación de cada posición.

Para la dirigencia y el cuerpo técnico, encabezado por el entrenador, la tarea es inmensa. Realizar una "limpieza profunda" en el camerino no es una decisión sencilla, ya que implica considerar no solo el rendimiento actual de un jugador, sino también su situación contractual, su salario y su proyección a futuro. Es un proceso que requiere cautela para no afectar la estabilidad del grupo, pero a la vez, valentía para tomar decisiones impopulares.

En el fútbol moderno, donde el costo de las nóminas es un factor determinante, un plantel con jugadores que no rinden como se espera se convierte en un lastre tanto deportivo como económico. La afición de Emelec es consciente de ello y, por eso, su llamado a la directiva es claro: es el momento de reestructurar el equipo para que cada salario pagado se vea justificado en la cancha con entrega, calidad y, sobre todo, resultados.

La presión es tan grande que el siguiente paso del club será observado con lupa. Las decisiones que se tomen en el próximo mercado de pases serán cruciales para determinar el rumbo del equipo. La continuidad de ciertos jugadores y la llegada de nuevas incorporaciones definirán si el equipo podrá resurgir o si se mantendrá en un ciclo de frustración que tanto ha afectado a los hinchas.

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