Era el nuevo 10 de Emelec y la Tri pero dijeron que le ganó la fiesta, mejor se dedicó al pádel y salió campeón
El jugador pintaba para crack pero ahora está sin club y prefirió incursionar en otra disciplina deportiva
La historia de Tommy Chamba es un relato de giros inesperados que ilustra cómo el talento en el fútbol no siempre se traduce en una carrera exitosa. Considerado en su momento como una de las más grandes promesas ofensivas del fútbol ecuatoriano, incluso siendo llamado el "nuevo 10 de Emelec y la Tri", el joven jugador ha tomado un camino radicalmente distinto. Los rumores que lo señalaban por problemas extradeportivos parecen haberse confirmado con su sorprendente transición a otra disciplina.
Mientras se esperaba que Chamba explotara su potencial en el mediocampo de Emelec y se consolidara en la Selección Ecuatoriana, su carrera se estancó. Los comentarios en el entorno deportivo apuntaban a que al talentoso jugador "le ganó la fiesta", sugiriendo problemas de disciplina, falta de enfoque y una vida nocturna que obstaculizó su crecimiento profesional. Esta fama extradeportiva fue la sombra que opacó su indudable calidad técnica con el balón.
La culminación de este cambio de rumbo llegó con el abandono del fútbol profesional para dedicarse de lleno a otra disciplina: el pádel. Este deporte, que ha ganado popularidad masiva en Ecuador, se convirtió en el nuevo escenario de competición para el exjugador de Emelec, demostrando que su espíritu competitivo no se había apagado, sino que se había reencauzado.
Lo más sorprendente de esta transición no es solo el cambio de deporte, sino el éxito inmediato que ha logrado en él. Tommy Chamba, quien no pudo consolidarse en el fútbol, salió campeón de un torneo de pádel, demostrando que su coordinación y reflejos, combinados con una nueva disciplina, encontraron una plataforma más favorable en el racket.
Esta historia deja una profunda reflexión sobre el peso de la disciplina en el deporte de alto rendimiento. Chamba poseía el talento para ser el "10 de la Tri" y un ídolo en Emelec, pero su incapacidad para manejar las exigencias fuera de la cancha frustró esa promesa. El éxito en el pádel sugiere que, con un enfoque renovado y un entorno diferente, su capacidad atlética y competitiva encontró finalmente una forma de manifestarse en la victoria.
La carrera de Tommy Chamba es un ejemplo de talento truncado en el fútbol. El que fuera señalado como el "nuevo 10 de Emelec" vio su futuro deportivo desviado por rumores de falta de disciplina. Sin embargo, su incursión en el pádel y su posterior título de campeón en esta disciplina cierran un ciclo y abren uno nuevo, demostrando que el deporte de alto rendimiento exige no solo habilidad, sino también un compromiso total fuera del campo.
