Era reemplazo de Damián Manso en LDU, se fue para los Estados Unidos y mira a lo que se dedica Edder Vaca
El talentoso mediocampista ecuatoriano, Vaca, ahora está en los EE.UU. donde tiene su propia escuela de fútbol
A lo largo de su carrera, el talentoso mediocampista ecuatoriano Edder Vaca destacó en equipos como Liga de Quito (LDU), donde llegó a ser considerado el potencial sucesor del icónico Damián "El Piojo" Manso. Su habilidad para manejar el balón, su visión de juego y su potente disparo lo convirtieron en una promesa del fútbol nacional. Aunque su paso por LDU fue memorable para muchos, su camino lo llevaría a un destino inesperado, lejos de las canchas profesionales de Ecuador.
Tras dejar el fútbol ecuatoriano, Edder Vaca tomó un nuevo rumbo en su vida y se trasladó a los Estados Unidos. En ese país, en lugar de seguir una carrera como jugador profesional, decidió dar un giro a su vida y usar su experiencia y conocimiento para formar a las nuevas generaciones. Fue una decisión que muchos no esperaban, pero que reflejaba su pasión por el deporte y su deseo de compartir su talento con los jóvenes.
Una vez en EE.UU., Vaca no se limitó a ser un simple entrenador. Con el tiempo, fundó su propia escuela de fútbol, un proyecto personal donde pudo implementar su filosofía y metodología de entrenamiento. La "Edder Vaca Soccer Academy" se convirtió en su nuevo hogar, un lugar donde su experiencia como futbolista de alto nivel se transformó en una herramienta para inspirar a los futuros deportistas.
En su academia, Vaca se dedica a enseñar las bases del fútbol, desde la técnica individual hasta la táctica de juego. Se enfoca en desarrollar las habilidades de los niños y jóvenes, inculcando valores como la disciplina, el trabajo en equipo y el respeto. Su objetivo principal no es solo crear grandes futbolistas, sino también formar personas íntegras que puedan enfrentar los desafíos dentro y fuera de la cancha.
La transición de Edder Vaca de ser un futbolista profesional a un formador de talentos es un claro ejemplo de cómo la vida de un deportista no termina con su retiro. Su historia demuestra que la pasión por el fútbol puede expresarse de muchas maneras. En lugar de buscar la fama o los reflectores, él encontró su verdadera vocación en la enseñanza y la mentoría.
Hoy en día, Edder Vaca es un testimonio vivo del impacto positivo que un exatleta puede tener en la comunidad. Su academia en los Estados Unidos es un espacio donde su legado continúa creciendo, no a través de títulos o trofeos, sino a través de cada niño que patea un balón y sueña con seguir sus pasos. Su vida es una lección de reinvención y amor por el deporte.