Estallaron contra Arreaga tras regalar un gol a IDV, esto le gritaron los hinchas en el Monumental
El 3er tanto de IDV, de Patrick Mercado, fue por falla de Arreaga y los hinchas le gritaron: “Nooo”, cada vez que tomaba el balón
El Estadio Monumental de Guayaquil fue testigo de una jornada de alta tensión y profunda frustración para los hinchas de Barcelona Sporting Club que vieron a su equipo caer por goleada ante el siempre complicado Independiente del Valle. La derrota fue especialmente dolorosa no solo por el marcador abultado (0-3), sino por la actuación individual de uno de sus referentes defensivos, Xavier Arreaga, quien se convirtió en el blanco principal de la ira de la hinchada.
El momento de quiebre y el punto más bajo de la tarde para el central se produjo con el tercer tanto de los visitantes, que sentenció el partido antes del descanso. La jugada fue un reflejo de la presión asfixiante de IDV y de la falta de solidez en la zaga 'torera'. El defensor protagonizó una falla clamorosa que facilitó la anotación del joven volante Patrick Mercado, dándole un "gol regalado" al conjunto de Sangolquí.
El error de Arreaga fue catalogado por muchos como un "regalo" para el rival. La acción se originó por una imprecisión evidente en la salida o en el intento de despeje que dejó el balón servido para el atacante negriazul. Patrick Mercado no desaprovechó la cortesía y empujó el esférico al fondo de la red, concretando el 0-3 en un momento crucial del encuentro y hundiendo aún más el ánimo de los jugadores y aficionados locales.
A partir de ese gol, la relación entre el zaguero y la fanaticada en el Monumental se tensó hasta el punto de la ruptura. Los hinchas, históricamente pasionales y exigentes, descargaron su furia sobre el defensor, manifestando su descontento de la manera más cruda posible. La rechifla se hizo ensordecedora y pasó de los lamentos a los gritos punzantes de desaprobación.
Lo más significativo y dramático de la protesta ocurrió cada vez que Arreaga tocaba el balón en el campo de juego. El clamor de la multitud se transformó en un grito unánime y desolador: "¡Nooo!", un monosílabo que encapsulaba la decepción y el miedo colectivo a un nuevo error. Cada contacto con la pelota era recibido con este estallido de frustración, evidenciando que el defensor había perdido la confianza total de su propia gente.
La imagen de Xavier Arreaga en el césped, recibiendo la pelota y escuchando el coro de "¡Nooo!" de su propia tribuna, simbolizó la dura tarde que vivió Barcelona. Fue una muestra brutal de cómo el fútbol puede transformar la admiración en crítica mordaz y cómo un solo error puede costar no solo un partido, sino la paciencia de miles de aficionados que esperan el máximo compromiso de sus ídolos en momentos cumbres como un hexagonal de LigaPro.
