Jugó en Barcelona SC pero los excesos dañaron su carrera, a lo que se dedica ahora el Ventarrón Quiñónez y hay video

El ex delantero ecuatoriano pudo ser parte de la historia grande de BSC pero fracasó, ahora tiene su propia escuela de fútbol

Ventarrón Quiñónez / Foto: Barcelona SC
Ventarrón Quiñónez / Foto: Barcelona SC
Foto de David Alomoto
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La historia de Carlos "Ventarrón" Quiñónez es un claro ejemplo de un talento excepcional que no pudo alcanzar su máximo potencial en el fútbol ecuatoriano debido a factores extra-deportivos. El exdelantero, que brilló con luz propia en clubes como Deportivo Cuenca—donde fue campeón nacional en 2004—llegó a Barcelona SC con grandes expectativas en 2007, en un momento crucial de su carrera. Sin embargo, su paso por el "Ídolo del Astillero" fue decepcionante, marcado por la suplencia y un rendimiento irregular que él mismo llegó a calificar como "lo peor que le pudo haber pasado" en su carrera profesional.

El paso de Quiñónez por el equipo más popular de Ecuador es recordado no solo por la falta de minutos en cancha, sino por los rumores sobre una vida nocturna agitada. Aunque el propio exjugador ha negado haber sido alcohólico o consumidor de drogas, admitió abiertamente que le gustaban "sus cervezas" y que no se avergonzaba de que lo vieran, algo que reconoció como incorrecto para un profesional. Estos excesos contribuyeron a dañar su imagen, minaron la confianza del cuerpo técnico y le impidieron consolidarse en un club donde pudo haber escrito una parte importante de su historia.

El "Ventarrón" ha expresado públicamente su arrepentimiento por haber elegido a Barcelona SC en 2007. Según sus propias declaraciones, en aquel momento tuvo la oportunidad de fichar por Liga de Quito, el "Rey de Copas", pero fue convencido por influencias políticas y personales para recalar en el equipo torero. Quiñónez lamenta no haber aceptado la propuesta de LDU, ya que en Guayaquil jugó poco y su carrera tomó un giro descendente que lo alejó de la élite del fútbol ecuatoriano, impidiéndole convertirse en el referente que su talento prometía.

Tras su retiro del fútbol profesional—que él mismo describe como el momento en el que se vio obligado a buscar "nuevos brillos"—Carlos Quiñónez dio un giro positivo a su vida. Dejó atrás los focos de la primera división y los rumores para enfocarse en la educación y la formación. Este cambio de perspectiva lo llevó a iniciar estudios y, más importante aún, a emprender un proyecto personal dedicado a las nuevas generaciones de futbolistas.

Actualmente, Carlos "Ventarrón" Quiñónez se dedica a ser director de su propia escuela de fútbol. En este nuevo rol, busca compartir la vasta experiencia que acumuló, incluyendo las lecciones aprendidas de sus errores. Quiñónez trabaja junto a colegas en un proyecto enfocado en la enseñanza, esperando que de allí salgan nuevos jugadores profesionales. Su meta es formar atletas con talento, pero también inculcarles la disciplina y la humildad que él reconoce le faltaron en momentos clave.

Curiosamente, el exdelantero utiliza su propia carrera, con sus luces y sombras, como material didáctico. Según ha relatado en entrevistas (que a menudo van acompañadas de un video de alguna de sus jugadas más memorables), los jóvenes alumnos de su escuela a veces le preguntan quién fue. Para responderles y motivarlos, les enseña grabaciones de sus mejores momentos, como un gol espectacular que hasta el día de hoy considera único en el fútbol ecuatoriano. De esta manera, el "Ventarrón" transforma su pasado de brillo y fracaso en una valiosa herramienta de enseñanza para el futuro.

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