Las jugadas donde a Wilmar Roldán le tembló la mano contra Botafogo y perjudicó a Liga de Quito en Brasil
El referí colombiano estuvo tibio en sus decisiones, en una falta penal contra Ramírez y una roja que era por falta a Alzugaray
Liga de Quito se enfrentó al Botafogo en el marco de la Copa Libertadores y el referí Wilmar Roldán no estuvo a la altura de las circunstancias. Solamente en el primer tiempo perjudicó a los albos, primero con una falta penal sobre Bryan Ramírez que era penal pero ni lo revisó en el VAR. Por otro lado, cuando Lisandro Alzugaray se iba solo y el defensor brasileño lo tomó de la camiseta. Como era último hombre merecía roja pero solamente le mostró la amarilla.
En un enfrentamiento crucial de la Copa Libertadores, Liga de Quito se midió al Botafogo, en un partido que, más allá del resultado, quedó marcado por la polémica actuación del árbitro colombiano Wilmar Roldán. El colegiado, conocido por su trayectoria en el continente, estuvo lejos de cumplir con las expectativas en un duelo de esta envergadura. Desde los primeros minutos del partido, Roldán tomó decisiones que generaron un gran malestar en el equipo y la afición de LDU, quienes sintieron que el arbitraje no estuvo a la altura de las circunstancias.
Una de las jugadas más controvertidas del partido ocurrió en el primer tiempo, cuando el lateral Bryan Ramírez se proyectaba al ataque dentro del área de Botafogo. En una acción que parecía ser una clara falta penal, el jugador de Liga de Quito fue derribado. Ante el asombro de todos, el árbitro decidió no sancionar nada. A pesar de los reclamos, Roldán no se acercó al monitor para revisar la acción, dejando a Liga de Quito sin una oportunidad de gol que podría haber cambiado el rumbo del encuentro.
El "perjuicio" para el equipo albo no se detuvo ahí. Momentos después, otra jugada clave en el campo de Botafogo volvió a poner a Roldán en el ojo del huracán. En un contragolpe letal, Lisandro Alzugaray se iba solo frente al arco rival. Cuando el delantero argentino ya se había escapado de la defensa, un defensor brasileño lo tomó de la camiseta de forma evidente, impidiendo que siguiera su carrera hacia el arco. La jugada ameritaba una sanción.
La falta sobre Alzugaray fue un momento crítico en el partido, y el reclamo del equipo ecuatoriano fue contundente. De acuerdo con las reglas de la FIFA, la acción del defensor brasileño cumplía con los criterios para ser sancionada con tarjeta roja, ya que era el último hombre y evitaba una clara ocasión de gol. Sin embargo, en una decisión que dejó a todos atónitos, Roldán solo le mostró la tarjeta amarilla, manteniendo al equipo brasileño con sus once jugadores en el campo.
El impacto de las decisiones de Wilmar Roldán fue innegable. Las jugadas no sancionadas frustraron al equipo de Liga de Quito, que se vio privado de una oportunidad de anotar desde el punto penal y de jugar con superioridad numérica durante gran parte del encuentro. La sensación de injusticia en el banco albo era evidente, y estas decisiones influyeron directamente en el desarrollo y el resultado final del partido.
En conclusión, la actuación de Wilmar Roldán fue, para el equipo y la afición de Liga de Quito, una de las grandes razones por las que el equipo no pudo llevarse un mejor resultado. La controversia por el penal no cobrado a Bryan Ramírez y la tarjeta perdonada a un jugador de Botafogo en la jugada con Lisandro Alzugaray dejaron un sabor amargo. La percepción de que el árbitro no estuvo a la altura de las circunstancias será, sin duda, un tema de debate y un recuerdo doloroso para los aficionados del equipo ecuatoriano.