Le ganaron sufriendo y jugando mal al Vinotinto pero así celebró Barcelona SC en redes

El Barcelona Sporting Club logró una victoria por la mínima diferencia ante Vinotinto, un resultado que, si bien sumó tres puntos vitales, no convenció a la crítica ni a una parte de su propia hinchada por el nivel de juego desplegado. El equipo 'torero' mostró pocas ideas en la construcción ofensiva, recurriendo de forma reiterada y predecible al envío de centros laterales, una táctica que por momentos pareció ser la única herramienta de ataque ante la bien plantada defensa rival.

El partido se convirtió en un ejercicio de paciencia y frustración para los aficionados 'canarios'. Barcelona dominó la posesión, pero careció de la profundidad y la creatividad necesarias para desarmar el orden táctico de Vinotinto. La insistencia en los centros, muchos de ellos imprecisos o fácilmente despejados, generó un ambiente de incomodidad en el estadio, reflejando que el equipo no encontraba la manera de penetrar por el centro o generar juego asociado de alto riesgo.

A pesar del juego poco vistoso y de las dificultades manifiestas, el fútbol, como pocas veces, premia la perseverancia y la fe. Fue en el minuto 94, en uno de esos centros finales lanzados casi por inercia, que el balón encontró la cabeza del atacante Miguel Parrales. El delantero, que ingresó en el segundo tiempo, demostró su olfato goleador al conectar el balón y enviarlo al fondo de la red, desatando la euforia y la sensación de alivio en el banquillo y las gradas.

El agónico gol de Parrales no solo significó la victoria, sino que también cambió la narrativa del partido, al menos para las plataformas digitales del club. Inmediatamente después del pitazo final, las redes sociales oficiales de Barcelona SC se encendieron con celebraciones efusivas. El mensaje central que circuló, acompañado de imágenes de la celebración y el éxtasis final, fue que el equipo había ganado “A lo Barcelona SC”.

Esta frase, “A lo Barcelona SC”, es una etiqueta que el club utiliza para definir las victorias conseguidas con épica, sufrimiento, garra y, sobre todo, en los últimos minutos. Es un intento de transformar una actuación futbolística cuestionable en un triunfo de carácter y mística. En este contexto, el club capitalizó el dramatismo del gol de Parrales para justificar la victoria, sugiriendo que ganar de forma agónica es parte de la identidad y la tradición 'torera', más allá de si el equipo jugó bien o mal.

La celebración digital, por lo tanto, funcionó como una cortina de humo mediática. Si bien la victoria 'a lo Barcelona' es motivo de orgullo para la hinchada, también esconde el hecho de que, tácticamente, el equipo sufrió y tuvo un desempeño pobre, con un plan de juego excesivamente dependiente de los centros. Al final, la mística pudo más que el análisis futbolístico y los tres puntos se sumaron a la tabla, dejando el debate sobre la calidad del juego en segundo plano.