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Ni 5 minutos y ya les hicieron un gol, así fue la reacción de Jorge Célico al gol de Barcelona

La reacción de Célico al gol de Barcelona SC en el clásico

Por Pablo Ordoñez

Jorge Célico entrenador de Emelec y Octavio Rivero
Jorge Célico entrenador de Emelec y Octavio Rivero
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El Clásico del Astillero que se disputa en el Estadio Monumental no pudo tener un inicio más electrizante para la afición de Barcelona Sporting Club. Apenas transcurrían los primeros tres minutos de juego cuando el delantero uruguayo Octavio Rivero desató la euforia en las gradas al enviar el balón al fondo de las redes, poniendo en ventaja al conjunto torero sobre su eterno rival, Emelec.

El gol tempranero de Rivero, producto de una jugada en el que Octavio Rivero aprovechó u balón que quedó en el área, cayó como un balde de agua fría en el banquillo visitante. Según la periodista Jocelyn Centeno del programa Zapping de Ecuador, la reacción del entrenador de Emelec, Jorge Célico, fue de visible frustración y enojo. La reportera captó el momento en que el estratega argentino, contrariado por el rápido revés en el marcador, lanzó una botella de agua contra el suelo, evidenciando su malestar por el inicio del partido.

El gol de Rivero en los albores del encuentro alteró de inmediato los planes tácticos de ambos equipos. Para Barcelona, significó una inyección anímica importante y la posibilidad de manejar el partido con la ventaja en el marcador. Para Emelec, el tanto tempranero obligó a replantear su estrategia y a buscar rápidamente la igualdad para no verse comprometido en el desarrollo del clásico.

La reacción airada de Jorge Célico en la banca eléctrica refleja la intensidad y la presión que se vive en este tipo de encuentros. Un gol en los primeros minutos puede desestabilizar cualquier planteamiento inicial y genera una necesidad urgente de respuesta por parte del equipo que se ve en desventaja. La imagen del entrenador lanzando la botella al suelo rápidamente se viralizó en redes sociales, convirtiéndose en una de las primeras postales de un clásico que promete emociones fuertes.

Este inicio vertiginoso del Clásico del Astillero añade aún más condimento a un partido que ya de por sí genera una gran expectativa. La tempranera ventaja de Barcelona, impulsada por el gol de Octavio Rivero, obliga a Emelec a remar contracorriente desde los primeros compases del encuentro. La afición local celebra con fervor el tanto de su delantero, mientras que el rostro de frustración en el banquillo visitante anticipa un partido lleno de tensión y lucha por cada balón. El Monumental es testigo de un clásico que comenzó con un golpe tempranero y una reacción explosiva desde la dirección técnica de Emelec.


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