No dio la cara Antonio Álvarez, mira a quién mandó a que hable con los jugadores de BSC y se presenten ante IDV

Tras una noche de dolor en el velorio de Mario Pineida, el plantel de Barcelona SC llegó a las canchas alternas no para entrenar, sino para definir su postura frente a una dirigencia que sienten que los ha abandonado. En un cónclave tenso pero respetuoso donde no dio la cara Antonio Álvarez, los referentes le dieron su palabra a Matías Oyola: jugarán ante Independiente del Valle. No lo hacen por la actual administración, sino por la memoria de su compañero caído y por el respeto a un ídolo como el "Pony" que tuvo que poner el pecho ante la ausencia de Antonio Álvarez. Sin embargo, este pacto de honor esconde una grieta interna que podría estallar en cualquier momento.

A pesar del compromiso de jugar, la medida de protesta es drástica: el equipo no concentrará ni realizará sesiones tácticas previas al partido más importante del año. Esta decisión es un arma de doble filo, especialmente ante un rival tan meticuloso como Independiente del Valle. Al renunciar a la concentración, los jugadores pierden el control nutricional, el descanso asistido y, sobre todo, las charlas técnicas donde Ismael Rescalvo debería afinar el plan para frenar al equipo de Sangolquí. La historia reciente de este 2025 de Barcelona SC sugiere que jugar "al natural" le ha costado muy caro al Ídolo.

Así le ha ido a Barcelona SC cuando no ha entrenado ni concentrado:

La estadística es fría y preocupante para la hinchada amarilla: este año, BSC ha disputado tres partidos sin entrenar adecuadamente, acumulando dos derrotas y apenas una victoria sufrida ante Orense. En aquel duelo contra los machaleños, figuras como Janner Corozo terminaron el encuentro al borde del colapso físico, evidenciando que el entrenamiento personalizado no reemplaza el trabajo colectivo en cancha.

Enfrentar a IDV, un equipo que destaca por su intensidad y posesión, sin haber aceitado los relevos defensivos, parece una invitación al desastre. Pero el riesgo no es solo deportivo; hay una cifra astronómica que podría perderse si el físico no aguanta.

El plantel es plenamente consciente de lo que hay en juego: la clasificación directa a la fase de grupos de la Copa Libertadores garantiza aproximadamente 11 millones de dólares en ingresos totales. En un club donde se adeudan cuatro meses de sueldo y la relación con el presidente Antonio Álvarez está rota tras ser tildados de "borrachos" en comunicados oficiales, asegurar ese dinero es la única garantía que tienen los jugadores para cobrar lo que se les debe.

Es una paradoja cruel: deben salvar económicamente a la misma dirigencia que los expuso públicamente. Por eso, el grito que retumbó en el camerino tras la reunión con Oyola no fue de alegría, sino de guerra.

Desglose de los $11 Millones por Clasificación Directa a Copa Libertadores (Fase de Grupos), a continuación:

"Va por Mario, va por la hinchada, va por nosotros", fue la consigna que, según Eduardo Erazo, unificó al grupo en un camerino que, aunque administrativamente quebrado, emocionalmente se ha blindado. El dolor por la partida de Pineida ha servido como un catalizador de unidad frente al desprecio institucional. Los jugadores han decidido separar el conflicto con Álvarez de su responsabilidad con la historia del club, buscando transformar la indignación en energía para el domingo. Sin embargo, la voluntad no siempre suple a la táctica, y el costo de esta rebeldía podría ser el más alto de la década.

Prensa de Guayaquil cuestiona a Antonio Álvarez y su administración en Barcelona SC: