No pitan a todos por igual: La mano de Vallecilla fue ignorada en el Clásico pero este penal si fue pitado para BSC

Barcelona SC ganó a Emelec en medio de polémicas arbitrales, como la mano de Gustavo Vallecilla que no se tomó en cuenta, pese a ser dentro del área. El VAR no mandó a revisión y Augusto Aragón siguió con el juego. De acuerdo a información de José Miguel Vargas, una mano parecido semanas atrás si fue dictaminada. En esa ocasión que contra Vinotinto y el penalti era a favor del Ídolo.

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Jorge Célico se quejó del arbitraje de Augusto Aragón en el Clásico del Astillero

Tras la conclusión del Clásico del Astillero, el director técnico de Emelec, Jorge Célico, expresó su opinión sobre la actuación del árbitro central Augusto Aragón, aunque manteniendo una postura de respeto institucional. Célico señaló que, si bien no deseaba desprestigiar la labor del colegiado, su revisión posterior de la jugada del penal cometido sobre el jugador de su equipo, Vallecilla, le llevó a la conclusión de que la infracción ameritaba la tarjeta roja para el infractor, Pineida. Esta observación sugiere una clara discrepancia con la decisión tomada en el campo y una percepción de que una jugada crucial fue juzgada de manera incorrecta, lo que pudo haber afectado el desarrollo del encuentro.

A pesar de su crítica puntual hacia una acción arbitral específica, Jorge Célico también quiso destacar el desempeño de sus jugadores durante el Clásico. El entrenador argentino manifestó su satisfacción con el esfuerzo y la propuesta futbolística mostrada por su equipo, indicando que, a su parecer, realizaron un buen partido. Esta declaración busca valorar el trabajo de sus dirigidos, separándolo de la polémica arbitral y resaltando los aspectos positivos que pudieron haber existido en el rendimiento del equipo a pesar de las circunstancias del encuentro.

Augusto Aragón perdonó la tarjera roja a Mario Pineida, pese a estar de frente a la jugada

En el reciente Clásico del Astillero, una jugada en particular generó controversia en torno al arbitraje de Augusto Aragón. Una acción clara de Mario Pineida, jugador de Barcelona SC, sobre Marcelo Meli de Emelec, donde se observa un pisotón, fue presenciada directamente por el juez central. A pesar de tener una visión frontal de la infracción, Aragón inexplicablemente no sancionó la jugada con la segunda tarjeta amarilla para Pineida, lo que hubiera significado su expulsión del encuentro.

Esta omisión arbitral causó sorpresa e indignación en el banquillo y entre los jugadores de Emelec, tal como lo expresó posteriormente su director técnico, Jorge Célico. La decisión de Aragón de no mostrar la segunda amarilla a Pineida, estando aparentemente en una posición privilegiada para observar la falta, levantó interrogantes sobre la aplicación del reglamento en un partido de alta tensión como el Clásico. La jugada se convirtió en uno de los puntos más discutidos del encuentro, alimentando el debate sobre el desempeño arbitral en el fútbol ecuatoriano.

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Augusto Aragón le respondió a Jorge Célico, luego que dijo que parecía que entrenara con BSC

Tras las fuertes declaraciones de Jorge Célico, director técnico de Emelec, insinuando un supuesto favoritismo arbitral hacia Barcelona SC por parte de Augusto Aragón, el juez central fue consultado al respecto y su respuesta fue concisa y directa. Aragón, fiel a su estilo parco en palabras ante la prensa, se limitó a responder con un lacónico "Pregúntenle a él". Esta escueta contestación evitó entrar en una confrontación directa con las acusaciones del entrenador argentino, dejando la carga de la interpretación y la profundización del tema en manos del propio Célico y de los medios de comunicación.

La brevedad de la respuesta de Augusto Aragón no aclara su postura ante las acusaciones de Célico, pero sí refleja una estrategia de evitar alimentar la polémica mediática posterior al Clásico del Astillero. Al no negar ni afirmar directamente las insinuaciones del técnico de Emelec, Aragón optó por una salida neutral, trasladando la responsabilidad de las declaraciones a su emisor. Esta actitud podría interpretarse como una muestra de profesionalismo o como una forma de no escalar un conflicto que ya había generado tensión en el ambiente futbolístico ecuatoriano.