Ecuador terminó pidiendo tiempo ante la selección B de EEUU y la excusa de Beccacece
Para el DT de Ecuador, preparó el partido según lo que imaginó que iba a hacer EEUU y les faltó tener más la pelota y ser protagonistas
El partido amistoso de la Selección de Ecuador contra un equipo alternativo de Estados Unidos (a menudo referido como la "Selección B") encendió las alarmas en el entorno futbolístico ecuatoriano. El resultado, un empate 1-1, generó frustración, no solo por no lograr la victoria ante un rival sin sus máximas figuras, sino por la sensación de inferioridad mostrada en ciertos tramos del encuentro. Lo que más preocupó a la afición y a la prensa fue ver a una selección con figuras de nivel europeo y experiencia mundialista, terminando el encuentro prácticamente "pidiendo la hora" ante un equipo que, en teoría, debería haber superado.
El bajo rendimiento fue especialmente evidente en la fase ofensiva y en el control del juego. Ecuador, a pesar de tener nombres importantes en su once, tuvo dificultades para generar juego asociado con fluidez, cayendo a menudo en el pelotazo o en acciones individuales aisladas. Este patrón se repite en el ciclo de Sebastián Beccacece, donde la solidez defensiva es su principal atributo, pero la creación de oportunidades y el dominio territorial son asignaturas pendientes. El gol llegó por un destello individual de Enner Valencia, lo que subraya la falta de un sistema de ataque consistente y predecible.
Tras el encuentro, el entrenador Sebastián Beccacece abordó las críticas y el análisis del partido. Su excusa central se basó en el argumento de que el equipo no logró cumplir con el plan de juego que él había diseñado. El DT señaló que prepararon el partido según la estructura que "imaginaron" que usaría el rival, lo que sugiere un enfoque más reactivo y basado en el oponente que en potenciar sus propias fortalezas. Esta declaración, sin embargo, no satisfizo a muchos, ya que se espera que un equipo de la jerarquía de Ecuador imponga su estilo, independientemente del rival.
La clave del problema, según el propio Beccacece, fue la falta de protagonismo y la incapacidad de "tener más la pelota" por parte de sus jugadores. El DT reconoció que el equipo se mostró excesivamente cauteloso y no asumió el rol de dominar el partido, permitiendo que la "Selección B" de Estados Unidos se sintiera cómoda. Esta autocrítica, aunque válida, traslada la responsabilidad de la ejecución a los futbolistas, mientras que el diseño de una estrategia que garantice el control del balón recae directamente en el cuerpo técnico.
Las declaraciones de Beccacece reavivaron el debate sobre la filosofía de juego que debe tener la Selección de Ecuador. La actual generación de futbolistas ecuatorianos, con talentos en las grandes ligas europeas, invita a pensar en un fútbol más ambicioso y de posesión. Sin embargo, la propuesta del DT argentino se percibe como más vertical y menos enfocada en el control. Esto crea una brecha entre el potencial de los jugadores y el esquema táctico que se les pide implementar, generando desequilibrios que se hacen notar en partidos donde se debe ser claramente superior.
En resumen, el amistoso contra Estados Unidos funcionó como un espejo que reflejó las persistentes dudas en el ciclo de Beccacece. El "pedir la hora" y el empate 1-1 contra un rival diezmado son vistos como señales de alarma de cara a la preparación final para el Mundial. La excusa del DT, centrada en la falta de posesión y la errónea "imaginación" del plan rival, puso de manifiesto que aún existe una gran distancia entre la intención del cuerpo técnico y la performance del equipo en el campo, obligando a una profunda reflexión sobre el rumbo táctico de "La Tri".