Hasta Pacho se desesperó porque no sabe a lo que quiso jugar Beccacece con Ecuador vs México, esto hizo en pleno partido
Es un crack en el PSG y no tiene que pedir direcciones, pero con Beccacece se acercó al banco de suplentes para pedir explicaciones claras
El partido amistoso entre Ecuador y México se convirtió en el escenario de una inusual muestra de frustración y desesperación por parte de Willian Pacho, uno de los pilares de la selección ecuatoriana y estrella del Paris Saint-Germain (PSG). La tensión se gestó a medida que el desarrollo del juego reflejaba una falta de claridad táctica que impacientó al talentoso defensor central.
La fuente de la desesperación de Pacho fue, según los reportes, la falta de una "idea de juego" definida o, al menos, la dificultad para ejecutar el plan que el director técnico, Sebastián Beccacece, había planteado. Ecuador no lograba imponer su ritmo ni generar ocasiones de peligro con fluidez, dejando al defensor con la sensación de que el equipo navegaba sin un rumbo táctico claro frente al rival norteamericano.
En un momento clave del encuentro, Pacho decidió tomar una acción que evidenció su frustración. El zaguero, conocido por su serenidad y liderazgo en la defensa, rompió con el protocolo habitual para hacer algo muy inusual para un jugador en pleno partido: se acercó directamente al banco de suplentes de la Tricolor.
El objetivo de su acercamiento no fue pedir un cambio o asistencia médica, sino obtener explicaciones claras y directas de la estrategia. La acción de Pacho se interpretó como una señal de que el mensaje táctico desde el banquillo no estaba llegando al campo, o que los jugadores no comprendían la manera de desarticular la defensa mexicana, lo que lo llevó a buscar certeza en el comando técnico.
Este gesto es especialmente significativo considerando el calibre de Willian Pacho. Como jugador fundamental del PSG en Europa, el defensor está acostumbrado a sistemas de juego de élite y no tiene la necesidad de "pedir direcciones" para saber cómo jugar. Su desesperación fue tal que, incluso con su estatus, sintió la obligación de exigir una comunicación más precisa para tratar de cambiar el curso del partido.
La inusual intervención de Pacho ante Beccacece puso de manifiesto las dudas y la incomodidad que se estaban generando en el equipo sobre el esquema de juego propuesto. Más allá del resultado, el incidente se convirtió en una postal de la presión interna y la necesidad de los líderes del equipo de encontrar respuestas concretas ante un rendimiento que, para ellos, no estaba a la altura de las expectativas.
