Jordy Cruyff se fue de la Tri sin dirigir un partido, la suerte le sonrió y podría dirigir a un campeón de Champions
El entrenador que fue un fraude en Ecuador ahora podría volver a los banquillos
La etapa de Jordy Cruyff al frente de la Selección Ecuatoriana de Fútbol (La Tri) es recordada como uno de los episodios más insólitos en la historia reciente de la FEF. El neerlandés-español fue contratado con gran expectativa, pero la pandemia y la inestabilidad institucional provocaron su salida sin haber dirigido ni un solo partido oficial en el banquillo. A pesar de este abrupto final, la suerte parece haberle sonreído de manera espectacular, colocándolo en la órbita de un gigante europeo.
El giro de 180 grados en la carrera de Cruyff lo ha llevado a sonar como un serio candidato para dirigir al Ajax de Ámsterdam, un club que no solo es un histórico campeón de la Champions League, sino que también es el lugar donde su apellido es sinónimo de leyenda. Según el prestigioso diario neerlandés De Telegraaf, Jordy Cruyff es una de las opciones que maneja la directiva para convertirse en el nuevo director técnico del primer equipo.
La razón por la que el Ajax se fijaría en Jordy Cruyff va más allá de su lazo familiar con Johan Cruyff. El club valora la experiencia directiva y de scouting que ha adquirido en los últimos años, combinada con su breve paso por los banquillos. Su reciente trabajo en la dirección deportiva del FC Barcelona, aunque con altibajos, le dio un conocimiento profundo de la gestión de élite y la identificación de talentos jóvenes, algo crucial para la filosofía Ajacied.
Si bien su paso por la Selección Ecuatoriana fue un fracaso en términos de partidos dirigidos, su salida se dio en circunstancias atenuantes (la crisis sanitaria de 2020), lo que no afectó negativamente su reputación en Europa. De hecho, el incidente de La Tri es visto como una anécdota, eclipsada por sus posteriores roles en clubes de mayor visibilidad y la calidad de su apellido.
Para Jordy Cruyff, dirigir al Ajax sería la oportunidad más grande de su carrera como entrenador. Implicaría tomar las riendas de un club con cuatro Copas de Europa y con una filosofía de juego muy definida, heredada directamente de su padre. Sería el salto definitivo de un rol de gestión a la primera línea técnica en un entorno que exige resultados inmediatos y la promoción constante de jóvenes talentos.