Mientras Beccacece anda descansando, lo que hizo Gustavo Alfaro aunque Paraguay ya está clasificado al Mundial
El entrenador Alfaro decidió ir a ver a las jóvenes promesas de Paraguay en el Mundial Sub-20, donde dio una charla motivacional
La notable diferencia en las prioridades de los entrenadores se hace evidente con la reciente acción de Gustavo Alfaro. Mientras otros técnicos de selecciones ya clasificadas al Mundial 2026, como se menciona de Beccacece, toman un merecido descanso, el estratega de la selección paraguaya demostró que su compromiso va más allá del equipo absoluto. La clasificación de la 'Albirroja' tras 16 años de ausencia en la máxima cita le ha dado un respiro, pero él lo utiliza para mirar hacia el futuro del fútbol paraguayo.
El gesto de Alfaro fue enfocar su atención en la Selección Paraguaya Sub-20, que se encuentra disputando su propio Mundial. El argentino viajó personalmente a Chile, sede del torneo juvenil, con un objetivo claro: observar en persona a las jóvenes promesas que representan el futuro inmediato de la selección mayor. Esta presencia subraya la visión del técnico de construir un proyecto integral que nutra al primer equipo, no solo con talento, sino también con la mentalidad ganadora que él ha forjado.
Alfaro no se limitó a ser un simple espectador en las gradas. Con su estilo que combina la estrategia con la emotividad, el técnico de la absoluta se dirigió al plantel juvenil para ofrecer una charla motivacional. Este encuentro no solo sirvió para reconocer el esfuerzo de los muchachos en un torneo de prestigio, sino también para recordarles que ya son una parte vital del proyecto de la selección, independientemente de la edad o categoría.
El mensaje central de la charla se centró en la conexión emocional con la camiseta y la responsabilidad de representar a todo un país. Alfaro, conocido por sus emotivas declaraciones sobre el sentir paraguayo, buscó sembrar la semilla de la ambición en los jóvenes. Su presencia les recordó que el camino al Mundial 2026 ya está abierto y que las puertas de la selección mayor, que él considera una "selección de puertas abiertas", están listas para recibir a quienes muestren el compromiso y el nivel adecuado.
Para el entrenador, esta inmersión en las categorías inferiores es crucial para mantener encendida la llama de la esperanza y el trabajo en todo el ecosistema del fútbol paraguayo. A diferencia de tomar un descanso prolongado, Alfaro opta por la visión a largo plazo, asegurando que el éxito de la clasificación no se convierta en un punto final, sino en el inicio de una nueva etapa de crecimiento y consolidación, identificando a los jugadores que potencialmente podrían formar parte del plantel mundialista.
En un momento donde la mayoría estaría relajándose, la acción de Gustavo Alfaro de ir a ver a la Sub-20 es una declaración de principios. Muestra que para él, el verdadero desafío comienza ahora: mantener la identidad, la disciplina y la cohesión que logró con la mayor, y transferir ese legado de orgullo guaraní a la nueva generación. Es un compromiso que va más allá del contrato, buscando que el resurgimiento de Paraguay en el fútbol sea sostenible en el tiempo.
