Ni Enner Valencia ni Willian Pacho, el jugador de la Tri que se llevó los elogios de las prensa de Estados Unidos
Aunque ambos estuvieron muy bien, de quién se asombraron es Joel Ordóñez por su capacidad para frenar a los delanteros rivales
La atención mediática en un partido de la selección ecuatoriana a menudo se centra en sus figuras más consolidadas, como el capitán histórico Enner Valencia, o el defensor central de élite Willian Pacho. No obstante, en un reciente enfrentamiento ante Estados Unidos, el asombro de la prensa norteamericana no recayó sobre estos nombres esperados, sino en una joven promesa que silenciosamente se ha labrado un espacio en la defensa: Joel Ordóñez. Su actuación fue una demostración de talento emergente que desvió los reflectores hacia la zaga.
El elogio dirigido a Ordóñez por parte de los medios estadounidenses subraya una ejecución táctica y física por encima de lo habitual para un jugador de su edad. Si bien delanteros como Enner Valencia siempre generan peligro y Pacho es un pilar defensivo reconocido, la capacidad de Joel Ordóñez para anular y frenar los ataques veloces y potentes de los delanteros rivales fue la clave que cautivó a la prensa. Sus intervenciones no fueron solo reactivas, sino producto de una inteligencia posicional que lo colocó siempre un paso por delante.
Lo que verdaderamente impresionó a los analistas de Estados Unidos fue la madurez con la que Ordóñez se desempeñó en una línea defensiva de alta presión. Su capacidad para anticiparse a las jugadas, ejecutar cierres efectivos y ganar duelos individuales contra atacantes rápidos y físicamente dotados, como suelen ser los estadounidenses, fue constante y sin fisuras. En lugar de limitarse a despejar el peligro, el joven zaguero mostró una frialdad y una limpieza en sus tackles que le permitieron cortar el avance rival sin recurrir a la falta.
La admiración de la prensa extranjera por Ordóñez tiene un valor especial, pues proviene de un observador que se enfrenta directamente a su rendimiento. No es un elogio interno, sino el reconocimiento de un rival que vio cómo su ofensiva se estrellaba repetidamente contra el muro impuesto por el defensor ecuatoriano. Su labor, a menudo menos vistosa que un gol o una atajada, fue vital para la solidez de la "Tri", demostrando que el futuro de la defensa ecuatoriana ya tiene un nombre que resuena con fuerza en el ámbito internacional.
Este tipo de reconocimientos son un espaldarazo significativo para la carrera de Joel Ordóñez, quien ya se perfila como uno de los centrales con mayor proyección de Sudamérica. El hecho de haber eclipsado en elogios a figuras establecidas de la Tri, en un encuentro de alta visibilidad, confirma su potencial para convertirse no solo en un titular indiscutido, sino en un futuro líder de la defensa nacional. La prensa de EE. UU. ha puesto la lupa en un talento que está destinado a dar el salto a las ligas más grandes de Europa.
En definitiva, la figura de Joel Ordóñez se erigió en el partido ante Estados Unidos como el protagonista inesperado, un defensor que, con su solvencia y capacidad para "frenar a los delanteros rivales", demostró que la selección de Ecuador tiene una nueva joya en su línea de fondo. El asombro del periodismo norteamericano es la mejor prueba de que este joven zaguero está listo para dejar de ser una promesa y consolidarse como una realidad del fútbol mundial.