Para que lo dejen de criticar en Ecuador, lo que dijo Beccacece a un famoso medio argentino
El entrenador de Ecuador habló para un prestigioso medio argentino
Las declaraciones de Sebastián Beccacece, técnico de la selección de Ecuador, a un medio argentino han generado una gran polémica en el país, lo que ha exacerbado las críticas que ya pesaban sobre él. Su frase "Mi bandera es la de Argentina, todos lo saben", ha sido interpretada por muchos como una falta de compromiso con la 'Tri', a pesar de que la complementó con la frase: "pero hoy defiendo a Ecuador como si fuese mi patria por un tema profesional y de integridad." Esta dualidad en su discurso ha sido el detonante para que la afición y la prensa deportiva ecuatoriana cuestionen su liderazgo, especialmente en un momento en el que el rendimiento del equipo no ha sido el esperado, a pesar de haber clasificado al Mundial 2026.
El origen de la controversia se halla en un contexto de insatisfacción generalizada con el desempeño de la selección ecuatoriana. A pesar de haber conseguido la clasificación al Mundial, el equipo ha mostrado un bajo rendimiento ofensivo y una falta de idea de juego clara. Los resultados han sido irregulares y las victorias escasas, lo que ha generado un clima de descontento entre los hinchas. En este escenario, las palabras de Beccacece sobre su lealtad a Argentina cayeron como un jarro de agua fría, pareciendo una justificación o una excusa ante los malos resultados.
El principal argumento de los críticos es que, independientemente de su origen, un técnico que dirige a una selección nacional debe mostrar un compromiso total e incondicional con el país que representa. La frase de Beccacece se percibe como un recordatorio innecesario de que sus raíces están en otro lugar, debilitando el vínculo emocional que debería tener con el equipo y la afición. Además, se le acusa de ser prepotente en sus declaraciones y de minimizar los logros del fútbol ecuatoriano, al punto de afirmar que la selección se clasifica a los mundiales por la ventaja de jugar en la altura.
No obstante, la declaración de Beccacece tiene una arista que intenta suavizar el impacto. Al decir que defiende a Ecuador "por un tema profesional y de integridad", el técnico busca separar su sentimiento personal de su compromiso laboral. El mensaje que intenta transmitir es que su ética de trabajo le obliga a dar lo mejor de sí por el equipo que dirige, sin importar de dónde sea. Es un intento por apelar a la razón y no a la emoción, enfatizando que su profesionalismo está por encima de cualquier sentimiento patriótico.
Sin embargo, para los hinchas, el fútbol es un deporte que se vive con el corazón, y el profesionalismo solo no basta para calmar las aguas. La pasión por la selección va más allá de un contrato o una obligación laboral; se trata de un sentimiento de pertenencia y de identidad. Las palabras de Beccacece, aunque honestas, no conectaron con el fervor popular que rodea al equipo. Su declaración generó la sensación de que, para él, entrenar a Ecuador es solo un trabajo más, lo que contrasta con la intensidad con la que los aficionados viven cada partido.
En un intento por mitigar la situación y defender su postura, el técnico ha expresado en otras ocasiones su orgullo por el proceso de la 'Tri' y su satisfacción con el grupo de jugadores. Ha buscado resaltar los avances del equipo y ha defendido a sus futbolistas de las críticas. Sin embargo, su declaración sobre su bandera argentina y la crítica al rendimiento, han eclipsado sus demás comentarios, manteniendo vivo el debate sobre si Beccacece es el líder que la selección de Ecuador necesita para afrontar los desafíos futuros, especialmente con un Mundial en el horizonte.