A pesar de su gran partido, Moisés Ramírez no debe ser el portero de la Tri

Me llegaron varios mensajes desde las diferentes redes sociales sobre el rendimiento de Moisés Ramírez en el partido contra Colombia y cómo me equivoque al dar mi punto de vista. Lo mismo sucedió la anterior semana tras el gol de Kevin Rodríguez que nos dió el triunfo frente a Bolivia; al igual que en la Copa del Mundo con la participación de Enner Valencia. 

Es justo recordar que con Valencia la Tri no clasificó a los octavos de final. El delantero ecuatoriano solamente anotó goles a Qatar y a Países Bajos; sin embargo, cuando tuvo que aparecer, desapareció. Caso similar al de Kevin Rodríguez que anotó el gol en suelo boliviano pero contra los cafeteros, también desapareció.

Me preguntaron si, ¿Moisés Ramírez era un espejismo? Yo les iba a responder que si, pero no es así. Moisés Ramírez es un buen arquero, yo nunca dije que fuese malo, pero tiene una cal y una de arena. Ramírez puede tener un gran partido, como el del día de ayer, no obstante, también tiene graves errores como contra Bolivia, que por suerte, el esférico ese día se estrelló en el travesaño.

En las anteriores eliminatorias perdimos en Venezuela debido a su error bajo los tres palos, y lo mismo sucede en su equipo, Independiente del Valle. En el equipo sangolquileño es evidente esta dualidad, regala goles inexplicables y realiza atajadas extraordinarias. La diferencia es que Independiente, al ser un equipo que por lo general gana, con sus victorias tapan los errores de Ramírez; además, no tienen hinchada para que le metan presión.

Es fácil comentar con el periódico del día después. Yo lo digo desde hoy cuando tuvo una gran actuación. No importa que tan bien juegue, en algún momento cometerá un error. Es cuestión de tiempo. Lo que debe hacer el cuerpo técnico es seleccionar a los jugadores de jerarquía, de experiencia. Sin contar a Javier Burrai existen mejores porteros que Moisés en la actualidad como: Hernán Galíndez, Alexander Domínguez, Pedro Ortíz, Jorge Pinos, entre otros. Ramírez no tiene que jugar porque sea de Independiente o porque lo quieran promocionar o porque lo quieran vender. Ese jugador, tarde o temprano, cometerá errores en algún otro partido.