Cobra los tiros libres como Pirlo y es el futuro 10 de la selección ecuatoriana

La Selección Ecuatoriana gracias a Independiente del Valle, cada vez, tiene más joyas. En el partido válido por los juegos ODESUR contra la selección de Chile, el jugador José Klinger, anotó un verdaderto golazo de tiro libre. En las redes sociales los aficionados compararon el tanto del jugador con los que solía hacer Andrea Pirlo en sus mejores momentos. 

Para realizar este tipo de ejecuciones, se debe prácticar mucho. José Klinger tiene características de “10”, por eso su gran pegada. Klinger tiene nada más 17 años, y si perfecciona su técnica, podría ser incluso tan grande como Andrea Pirlo, uno de los grandes ejecutores desde la pelota parada. 

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En este contexto, Andrea Pirlo fue uno de los mejores pateadores de tiro libre que tuvo la historia del fútbol. El mediocampista que brilló en la Serie A confesó en su autobiografía 'Pienso, luego juego' cómo fue que aprendió a pegarle de gran forma al balón. Y detrás de esa pegada está la figura del inolvidable Juninho Pernambucano.

"Soy italiano, pero también tengo una parte brasileña. 'Pirlinho', si así lo deseas. Cuando lanzo las faltas, pienso en portugués y, en la mayoría de ocasiones, celebro en mi lengua materna. Cada uno de esos disparos lleva mi nombre y todos son mis hijos. Se parecen todos entre ellos sin ser gemelos, incluso pueden presumir de tener las mismas raíces sudamericanas. Para ser más preciso, ellos comparten una misma fuente de inspiración: Antonio Augusto Ribeiro Reis Junior, jugador que ha pasado a la historia como ‘Juninho Pernambucano’, reveló el jugador italiano.

Andrea Pirlo estudió a Juninho Pernambucano

Andrea Pirlo se fijó en la etapa de Juninho en el Lyon: “Durante su etapa en el Olympique de Lyon aquel jugador hizo cosas extraordinarias con la pelota. La dejaba sobre el césped, giraba su cuerpo, apuntaba y marcaba. Nunca fallaba. Nunca. Lo estudié concienzudamente, coleccioné sus DVDs, incluso viejas fotografías de partidos que él había jugado. Así entendí que el suyo no fue un descubrimiento inmediato, sino que le costó paciencia y perseverancia.”

Pirlo confesó que se obsesionó con el brasileño: “La búsqueda del secreto de Juninho se había convertido en una obsesión para mí, hasta el punto de que ocupaba todo mi pensamiento. La fórmula mágica era cómo golpear la pelota, no dónde. Juninho solo la pegaba con tres dedos, no con todo el pie, como puede pensarse. Puse cinco balones en fila y la historia se repitió una y otra vez. Para entonces ya era oficial: tenía el truco.”