A Ismael Rescalvo le tienen paciencia pero esto dijo Antonio Álvarez de Segundo Castillo cuando lo mandó de BSC
Con el entrenador español han tenido mucha más paciencia que con el Mortero
La salida de Segundo Castillo de la dirección técnica de Barcelona Sporting Club (BSC) y la posterior llegada de Ismael Rescalvo generaron un debate intenso sobre los criterios de la directiva para evaluar a sus entrenadores, especialmente en un club con la presión y la exigencia del 'Ídolo del Astillero'. El propio presidente del club, Antonio Álvarez, estableció una vara de medir con su tajante declaración al justificar la desvinculación de Castillo: “Barcelona no aguanta, Barcelona no espera”. Esta frase, expresada hace unos meses en el programa Marca 90, resumió la impaciencia histórica del entorno amarillo ante los malos resultados.
Antonio Álvarez, al referirse al 'Mortero' Castillo, quien era muy querido por la afición y un ídolo del club, explicó que a pesar de su aprecio personal y los logros internacionales como clasificar a la fase de grupos de la Copa Libertadores (un logro que generó importantes ingresos), la realidad de un equipo grande como Barcelona no permitía la continuidad del proceso ante la irregularidad de los resultados. La presión del entorno, sumada a la filosofía de inmediatez del club, fue el argumento principal para cortar el ciclo del técnico ecuatoriano.
No obstante, esta implacable declaración de "Barcelona no espera" parece contrastar con la evidente paciencia que la directiva ha mostrado con el actual entrenador, el español Ismael Rescalvo. A pesar de que el técnico ha encadenado una serie de resultados adversos, incluso peores en términos numéricos que los de Castillo en el momento de su salida, y ha experimentado decepciones importantes como una eliminación en la Copa Ecuador, el español se ha mantenido en el cargo, contando con el respaldo público del presidente.
La razón de esta doble vara se encuentra en un cambio de filosofía que Antonio Álvarez ha intentado implementar, al menos en el discurso. El directivo ha señalado que su intención es romper con el "círculo vicioso de cambiar (el cuerpo técnico) ante la adversidad". Este nuevo enfoque busca darle a Rescalvo el tiempo necesario para implementar una metodología de trabajo a largo plazo, enfocada en potenciar a los juveniles y establecer un estilo de juego que la directiva considera ideal para un equipo grande.
En este sentido, Rescalvo representa el perfil de entrenador con "metodología y funcionamiento" que la dirigencia busca, incluso asumiendo el riesgo que implica contratar a un exentrenador de Emelec y pese a la resistencia inicial de la hinchada. La apuesta por el español parece ser una decisión de convicción directiva, en lugar de una respuesta a la presión popular, como pareció ser en el caso de Castillo. El presidente ha manifestado su confianza en la capacidad de Rescalvo para lograr el campeonato y potenciar al plantel a pesar de los malos resultados momentáneos.
En resumen, la disparidad en la paciencia se explica por la voluntad de la cúpula de Barcelona SC de instaurar un nuevo modelo de gestión. Mientras que la salida de Segundo Castillo se basó en la inmediatez y la tradición del "Barcelona no aguanta", la continuidad de Ismael Rescalvo se sostiene en la esperanza de que un "proceso" a largo plazo y una metodología planificada, aunque dolorosos en el corto plazo, sean la vía para alcanzar el éxito sostenido que el club anhela, rompiendo con la cultura de los cambios impulsivos.