Abel Ferreira le tiene miedo a Liga de Quito, mira lo que decidió en el último entrenamiento de Palmeiras

No lo había hecho antes, pero ahora que tiene que remontar 3 goles está asustado y prefiere mantenerse hermético

Liga de Quito-Palmeiras / Foto: Órbita Deportiva
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La dura derrota por 3-0 que sufrió Palmeiras ante Liga de Quito en la semifinal de ida de la Copa Libertadores ha encendido las alarmas en el seno del Verdão. Ante la necesidad de una remontada épica en el Allianz Parque, el técnico portugués Abel Ferreira ha tomado una medida drástica e inusual: cerrar las puertas del último entrenamiento a la afición y a la prensa. Esta decisión, que rompe con la tradición del club, subraya la extrema cautela y la alta tensión que se vive en São Paulo antes del crucial partido de vuelta.

La determinación de Abel Ferreira de prohibir el acceso a los entrenamientos de Palmeiras antes del duelo contra Liga de Quito es un gesto poco común en el club brasileño, que suele ser más abierto con sus seguidores. La razón es simple: el cuerpo técnico prefirió no dejar pistas en el camino a Liga de cara a la revancha de este jueves. En el fútbol de alta competencia, cualquier detalle o indicio sobre la estrategia, el once inicial o los movimientos tácticos ensayados puede ser crucial, y Ferreira está decidido a evitar cualquier tipo de filtración de información.

La goleada recibida en el Estadio Rodrigo Paz Delgado de Quito ha colocado a Palmeiras en una situación inédita y de máxima presión. El equipo, considerado el más poderoso del continente y bicampeón reciente de la Libertadores, necesita ganar por al menos tres goles para forzar los penales. Este escenario obliga a Abel Ferreira a planificar una estrategia que sea ofensiva sin ser temeraria, un balance muy difícil de lograr. El "miedo a ser eliminado", o al menos el respeto extremo por la solidez mostrada por el equipo ecuatoriano, ha dictado esta política de máximo hermetismo.

Al cerrar el entrenamiento, Ferreira busca que el esquema y las variantes tácticas que usará para intentar la remontada sean una completa sorpresa para el cuerpo técnico de Liga de Quito. El Palmeiras sabe que necesita ser camaleónico, capaz de modificar su estructura si el partido no se desarrolla como espera. Este secretismo apunta a ensayar a puerta cerrada movimientos específicos, jugadas de estrategia, o incluso el posicionamiento de un nuevo jugador sorpresa que pueda desequilibrar a la defensa quiteña.

Pese al secretismo en la cancha, Abel Ferreira ha utilizado la retórica para encender el ambiente. El técnico luso ha emitido un llamamiento emotivo y directo a la hinchada, pidiendo un apoyo incondicional: "Hago un llamado a nuestra afición; hace mucho que no pido nada. Desde el primer hasta el último segundo, no dejen de cantar y animar al equipo." Este gesto, cargado de fe, contrasta con el hermetismo táctico, buscando transformar la energía del Allianz Parque en un factor desequilibrante que pueda intimidar al rival.

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El discurso de Abel Ferreira se ha centrado en el espíritu combativo y la historia reciente de su club: “Somos el equipo de las remontadas y el amor. Más que nunca, necesitamos ayuda. Creo y tengo fe en que algo mágico sucederá el jueves. No pregunten cómo ni cuándo, pero eso es lo que creo”. Al apelar a lo "mágico" y a las "remontadas", el portugués intenta inyectar confianza en sus jugadores y desviar el foco del "miedo" a la eliminación, transformándolo en una épica proeza que solo ellos pueden lograr.

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