Aseguró que iba a ganarle a LDU pero se dio con la piedra en los dientes y lo eliminaron, así lloró Hernán Crespo
El entrenador de Sao Paulo estaba muy confiado pero Liga de Quito le bajó los humos, luego se presentó en rueda de prensa
"La única salida a una situación difícil es trabajar, creer y seguir adelante. En el fútbol, muchas veces 2 + 2 son 7, no 4. En estos partidos contra la LDU, 2 + 2 son 7. No merecíamos perder allí, y lo hicimos. Aquí, creamos muchas oportunidades en la primera parte para reducir su ventaja, pero ellos aparecieron y marcaron un gol. Luego, creamos... el equipo produjo mucho a pesar de todas las dificultades que enfrentamos... solo en 24 horas, perdimos a Ferraresi y a Marcos Antônio. A pesar de todas estas dificultades, el equipo está ahí, perseverando y produciendo, pero últimamente, ha logrado poco,", dijo Hernán Crespo.
El rostro de la frustración tras la eliminación de São Paulo en la Copa Libertadores tuvo un nombre y un apellido: Hernán Crespo. El entrenador argentino, que había encarado la serie contra Liga de Quito con una confianza evidente y un aura de superioridad, se encontró de bruces con la dura realidad de la mística copera de la "U". Lo que prometía ser una remontada épica en el Morumbí se convirtió en una amarga lección de pragmatismo y jerarquía ecuatoriana.
La rueda de prensa posterior a la eliminación expuso el profundo desencanto del técnico. Crespo, visiblemente afectado, intentó racionalizar lo que para él fue una injusticia futbolística. Utilizó una metáfora elocuente para describir la impotencia de su equipo: "En el fútbol, muchas veces 2 + 2 son 7, no 4. En estos partidos contra la LDU, 2 + 2 son 7". Con esta frase, el estratega expresó su convicción de que, pese a la superioridad en el juego y en las oportunidades, el resultado final fue un absurdo matemático que favoreció al menos propositivo.
Crespo se refirió directamente a la mala suerte y la falta de merecimiento en la serie: "No merecíamos perder allí [en Quito], y lo hicimos. Aquí, creamos muchas oportunidades en la primera parte para reducir su ventaja, pero ellos aparecieron y marcaron un gol". El análisis del técnico se centró en el factor de la efectividad: São Paulo generó volumen, pero LDU fue quirúrgico. El gol de Jeison Medina en el Morumbí fue el golpe de gracia que demostró que, en la Libertadores, la contundencia vale más que el control territorial.
El entrenador también intentó poner en contexto las dificultades internas que enfrentó su equipo. Mencionó la pérdida de jugadores clave en un lapso de tiempo muy corto: "solo en 24 horas, perdimos a Ferraresi y a Marcos Antônio". Aunque estas bajas son reales, la justificación parecía atenuar la incapacidad de São Paulo para desmantelar la sólida defensa de LDU, la cual se mostró inexpugnable ante cualquier adversidad, propia o ajena.
Finalmente, el mensaje de Hernán Crespo se enfocó en el futuro y la resiliencia. Con el ánimo quebrado, el técnico argentino sentenció: "La única salida a una situación difícil es trabajar, creer y seguir adelante". Lamentó que el equipo, pese a "producir mucho a pesar de todas las dificultades que enfrentamos", haya logrado tan poco en términos de resultados recientes. Una declaración que admite la crisis de confianza y resultados que se desató con la eliminación.
