Aunque estuvieron en Emelec, así celebraron Rescalvo y Joao Rojas el gol de Octavio Rivero para Barcelona SC

En el Clásico del Astillero, el delantero anotó de gran factura y los dos ex Emelec, Rescalvo y Rojas, se abrazaron en el banquillo

Barcelona SC / Foto: API
Barcelona SC / Foto: API
Foto de David Alomoto
Autor
Publicado:
Actualizado:

Aunque el Clásico del Astillero es un partido lleno de tensión y rivalidad, a veces también puede ser un escenario para anécdotas sorprendentes. La celebración de un gol de Octavio Rivero por parte de Ismael Rescalvo y Joao Rojas, a pesar de su pasado reciente en Emelec, capturó la atención de muchos. El gol, que fue una auténtica obra de arte, no solo desató la euforia en la hinchada de Barcelona SC, sino que también generó una reacción inesperada en el banquillo.

El delantero uruguayo, conocido por su olfato goleador y sus remates de gran factura, logró perforar la red con un disparo que dejó sin opciones al guardameta rival. La explosión de júbilo fue inmediata en el terreno de juego, pero lo que ocurrió en el banco de suplentes de Barcelona SC se llevó todos los focos. La imagen de Rescalvo y Rojas, que hasta hace poco defendían los colores de Emelec, abrazándose en el banquillo por el gol de un jugador de Barcelona SC, fue un momento que nadie esperaba.

Esta escena no es la primera vez que ocurre en el mundo del fútbol. Los lazos de amistad y el respeto profesional a menudo trascienden las barreras de los clubes. En este caso, la conexión entre Rescalvo y Rojas parece ir más allá de la rivalidad entre el Emelec y el Barcelona SC. Su celebración, capturada por las cámaras de televisión, fue un testimonio de que el fútbol es un deporte de pasiones y sorpresas, en el que las emociones pueden desbordarse en los momentos más inesperados.

La imagen de los dos ex-Emelec compartiendo un momento de felicidad por un gol de Barcelona SC dejó a muchos aficionados perplejos y alimentó las discusiones en redes sociales. Algunos lo interpretaron como un gesto de deportividad y compañerismo, mientras que otros lo vieron como una muestra de que el fútbol es un negocio en el que los jugadores y entrenadores pueden cambiar de camiseta con facilidad. La polémica, como era de esperar, no se hizo esperar.

En cualquier caso, la celebración de Rescalvo y Rojas quedará como una de las anécdotas más curiosas de este Clásico del Astillero. En un partido que se vive con tanta intensidad, cualquier gesto, por pequeño que sea, puede tener un gran impacto y generar un sinfín de interpretaciones. Lo cierto es que, por unos segundos, la rivalidad entre los dos equipos más grandes del Ecuador se desvaneció, dando paso a una muestra de compañerismo en el banquillo.

Imagen del artículo

El gol de Octavio Rivero no solo fue importante por el resultado del partido, sino que también por la historia que se generó a su alrededor. El delantero uruguayo, sin saberlo, se convirtió en el protagonista de una anécdota que será recordada por mucho tiempo en el fútbol ecuatoriano. La imagen de Rescalvo y Rojas abrazándose por su gol es una prueba de que, incluso en el ambiente más competitivo, el fútbol puede ser una fuente de sorpresas y amistades inesperadas.

LO MÁS RECIENTE