Casi lo mandan pero Guillermo Duró le dio una oportunidad y brilló en Emelec contra Libertad en Loja
El entrenador tomó una buena decisión con José Tin Angulo, ya que en Emelec es un peligro constante para la defensa rival
La carrera de un futbolista a menudo se compone de altibajos, y la figura de José "Tin" Angulo no es la excepción. Hubo un momento en el que su continuidad en Emelec pendía de un hilo, y la posibilidad de ser cedido a otro equipo era latente. Sin embargo, la confianza depositada por el entrenador Guillermo Duró fue clave para su resurgimiento. Esta decisión no solo le brindó una nueva oportunidad, sino que también desató el potencial ofensivo del "Tin", quien ahora se ha convertido en un peligro constante para las defensas rivales, como lo demostró en el partido contra Libertad en Loja.
Antes de la intervención de Duró, la situación de Angulo no era la más prometedora. Su rendimiento no terminaba de convencer, y se especulaba con una posible salida del club para buscar minutos en otro lado. Esta incertidumbre es común en el fútbol de alto nivel, donde la competencia es feroz y las exigencias son máximas. No obstante, el estratega argentino vio algo en el delantero que otros quizás no apreciaron en ese momento.
La decisión de Guillermo Duró de mantener a José Angulo en la plantilla y brindarle la confianza necesaria fue, en retrospectiva, una excelente movida táctica y humana. El entrenador no solo evaluó sus cualidades futbolísticas, sino que también apostó por su recuperación anímica y su adaptación al sistema de juego de Emelec. Esta fe incondicional es fundamental para que un jugador que atraviesa un momento complicado pueda reencontrarse con su mejor versión.
El partido contra Libertad en Loja fue el escenario perfecto para que el "Tin" demostrara el acierto de la decisión de su entrenador. En un encuentro donde Emelec buscaba imponer su jerarquía y asegurar puntos vitales, Angulo se erigió como una figura destacada. Su presencia en el ataque generó constante zozobra en la defensa rival, evidenciando que su olfato goleador y su capacidad para desequilibrar estaban más vivos que nunca.
Angulo no solo aportó con su capacidad de remate, sino también con sus movimientos inteligentes, su presión sobre los defensores y su habilidad para abrir espacios para sus compañeros. Se mostró activo, participativo y, lo más importante, efectivo frente al arco rival, transformando las oportunidades en situaciones de peligro real. Esta versatilidad lo convierte en una pieza valiosa en el esquema ofensivo de Emelec.
La recuperación del "Tin" Angulo es un claro ejemplo de cómo la gestión de un entrenador puede cambiar drásticamente la trayectoria de un jugador. La visión de Duró para identificar el potencial latente en Angulo y su disposición a trabajar con él, a pesar de las críticas o las dudas externas, han rendido frutos que hoy benefician directamente al equipo 'eléctrico'.
Ahora, con José "Tin" Angulo brillando nuevamente, Emelec cuenta con un arma ofensiva formidable. Su resurgimiento no solo le da más variantes a Duró en el ataque, sino que también infunde confianza en el resto del plantel. El delantero se ha convertido en ese "peligro constante" que desvela a los zagueros contrarios, con la capacidad de cambiar el curso de un partido en cualquier momento.
En conclusión, la historia de José "Tin" Angulo en Emelec es una de perseverancia y confianza. La decisión de Guillermo Duró de darle una oportunidad, en lugar de mandarlo fuera, ha sido un acierto rotundo. Angulo ha respondido con creces, demostrando que está para grandes cosas y que su aporte ofensivo es invaluable para los intereses del 'Bombillo', haciendo que su figura retumbe nuevamente en el fútbol ecuatoriano.
