Contra todo y contra todos, así le quiso poner el pie la Conmebol a Liga de Quito pero no se dejó y eliminó a Sao Paulo
El cuadro albo tuvo que pelear desde el inicio con la designación del referí Alexis Herrera, uno de los peores en la actualidad
La épica clasificación de Liga de Quito sobre São Paulo en la Copa Libertadores no solo fue una victoria en el campo de juego, sino un triunfo que se logró contra todo y contra todos. El cuadro albo tuvo que sortear obstáculos que iban más allá de la potencia de su rival brasileño, enfrentándose a decisiones arbitrales controversiales que, según la crítica, parecían diseñadas para ponerle el pie. LDU, sin embargo, demostró una fortaleza mental y futbolística superior a las adversidades impuestas.
El primer gran desafío extradeportivo llegó con la designación arbitral para el crucial encuentro en el Morumbí. Los temores se materializaron cuando la CONMEBOL nombró al venezolano Alexis Herrera como juez central. La reacción en el periodismo especializado fue inmediata y negativa. El reconocido periodista Patricio Javier Díaz resumió el sentir general, calificando la noticia como "La peor noticia para el @SaoPauloFC vs @LDU_Oficial", debido a que Herrera y su equipo venezolano "son de lo peor en el continente".
La crítica se centró directamente en la calidad del central venezolano. Díaz no se guardó nada al señalar que Alexis Herrera es "malísimo", una opinión que resaltaba el historial de errores del árbitro en partidos de alto calibre. Esta designación generó suspicacias, ya que en una instancia tan avanzada y decisiva de la Copa Libertadores, se espera que el organismo rector designe a sus jueces de mayor prestigio y fiabilidad, y no a uno catalogado abiertamente como un punto débil.
La decisión de la CONMEBOL se interpretó como un intento de desestabilizar al equipo visitante y favorecer, consciente o inconscientemente, la remontada local en un estadio con gran capacidad de influencia. No obstante, en lugar de dejarse intimidar o desconcentrar, la directiva de Liga de Quito optó por la mesura, mientras el cuerpo técnico y los jugadores absorbían la presión. Demostraron que su foco estaba únicamente en ejecutar su plan de juego, sin depender de la imparcialidad que se le exigía al colegiado.
A pesar de las premoniciones negativas, el temple de Liga prevaleció. El equipo supo gestionar los momentos de fricción y las decisiones dudosas, entendiendo que cualquier protesta excesiva solo daría pie a la expulsión o a la pérdida de tiempo útil. La solidez defensiva y la efectividad quirúrgica del gol de Jeison Medina fueron las verdaderas herramientas que anularon tanto al rival brasileño como a la polémica que orbitaba sobre el campo.
En última instancia, el triunfo de LDU sobre São Paulo es un testimonio de su grandeza. La victoria se saborea doblemente, pues se logró a pesar de las condiciones adversas, incluyendo un arbitraje señalado de antemano como deficiente. Liga de Quito se impuso contra todo y contra todos, demostrando que su regreso a la élite continental es producto de una mentalidad inquebrantable y una jerarquía que trasciende cualquier designación arbitral de la CONMEBOL.