Costó 400 mil y no ha jugado ni un minuto el 2025, pensaron que se había ido pero apareció entrenando en Liga de Quito
Cuando todos pensaban que ya no estaba en el cuadro albo, ya se recuperó de su lesión y trabaja por un puesto: Darío Mina
El caso de Darío Mina en Liga de Quito (LDU) se ha convertido en una de las historias más peculiares de la temporada 2025. El extremo ecuatoriano, cuyo fichaje supuso una inversión considerable para el club albo, ha permanecido ausente de las canchas, generando incertidumbre entre la afición. Mina llegó como una promesa para reforzar el ataque, pero la realidad ha sido un silencio total en cuanto a minutos oficiales.
El costo de su transferencia, que se rumoreó rondaba los 400 mil dólares, incrementa el peso de su inactividad. A pesar de la expectativa que generó su llegada a mediados de la temporada 2024, el jugador no ha logrado disputar ni un solo minuto en partidos oficiales durante todo el año 2025. Su ausencia en las convocatorias se prolongó por meses, llevando a muchos a preguntarse si el club había optado por una rescisión silenciosa.
Mientras Liga de Quito avanzaba con éxito en la Copa Libertadores y lidiaba con la LigaPro, el nombre de Darío Mina se desvanecía, y la mayoría de los hinchas y medios daban por hecho que el jugador había abandonado las filas del equipo. La falta de reportes sobre su estado o su paradero futbolístico alimentó la creencia de que su costosa incorporación había terminado en un fracaso prematuro para el Rey de Copas ecuatoriano.
Sin embargo, el panorama dio un giro inesperado. Cuando la atención estaba en las figuras que brillaban en el campo, Darío Mina apareció entrenando junto al resto de la plantilla en Pomasqui. Su presencia tomó por sorpresa a quienes pensaban que su etapa en el club ya había terminado. Esta reaparición disipó los rumores de una salida y confirmó la razón de su larga ausencia: una lesión que lo mantuvo al margen de la competición.
Actualmente, el jugador se encuentra completamente recuperado de su dolencia y está trabajando arduamente para ponerse a punto físicamente y tácticamente. Con la fase de recuperación atrás, Mina tiene un objetivo claro: luchar por un puesto en el once titular. Su esfuerzo en las prácticas es una señal de que está dispuesto a justificar la inversión que LDU hizo por él y demostrar que puede ser el extremo desequilibrante que el cuerpo técnico esperaba.
La reincorporación de Darío Mina al ritmo de trabajo habitual inyecta una nueva variable a la planificación de Liga de Quito. Ahora, el atacante tiene la oportunidad de dejar atrás el estigma de ser el "refuerzo fantasma" y demostrar su valor en el tramo final de la temporada, ofreciendo una alternativa más al ataque en momentos cruciales de la LigaPro y la Copa Libertadores.
