Cristhian Noboa quiere ser presidente de Emelec pero mira los millones que tiene de déficit actualmente
El Zar Noboa considera tomar las riendas del equipo Millonario, que atraviesa una seria situación económica
El interés de Cristhian Noboa por asumir la presidencia del Club Sport Emelec se da en uno de los momentos más críticos en la historia financiera de la institución. Las gestiones anteriores y la falta de ingresos recurrentes han dejado al "Bombillo" con un agujero fiscal que representa el mayor obstáculo para cualquier aspirante a la dirigencia. Si Noboa logra ganar las elecciones, no heredará un club saneado, sino una deuda monumental que pondrá a prueba su capacidad de gestión.
Según información filtrada y reportada por fuentes periodísticas de Guayaquil, el déficit actual de Emelec se estima en una cifra cercana a los 30 millones de dólares. Esta abrumadora cantidad engloba diversas obligaciones: deudas con la Seguridad Social (IESS), pagos pendientes a la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), salarios atrasados a exjugadores y cuerpos técnicos, y deudas con proveedores y entidades bancarias. Es una crisis sistémica que exige una intervención inmediata y un plan de choque.
Este déficit de 30 millones de dólares es la razón directa de las medidas desesperadas que ha tomado la directiva actual, incluida la reciente solicitud de una colecta pública a sus hinchas. La magnitud de la deuda ha paralizado la capacidad de inversión deportiva del club y ha generado recurrentes amenazas de sanciones internacionales, lo que compromete seriamente la competitividad de Emelec en el corto y mediano plazo.
La candidatura de Noboa, respaldada por una fortuna personal que se estima entre los 12 y 20 millones de dólares, cobra una relevancia aún mayor frente a esta cifra. Aunque el patrimonio de Noboa es significativo, su capital no es suficiente para cubrir la totalidad del déficit. Sin embargo, su capacidad de inyectar varios millones de dólares de entrada y, crucialmente, de avalar financieramente al club ante bancos y acreedores, lo convertiría en el candidato con mayor potencial para iniciar el rescate económico.
El gran desafío de la gestión Noboa, si se concreta, no será solo fichar estrellas como Emmanuel Martínez u Octavio Rivero, sino diseñar un plan de reestructuración financiera a largo plazo. Este plan deberá incluir la negociación con los acreedores para conseguir quitas y plazos de pago, la optimización de los ingresos (patrocinios, taquilla) y la generación de nuevas fuentes de capital, como la venta de jugadores o la modernización del estadio.