Dijeron que se vendió en la final de Barcelona SC vs Emelec, su carrera fue a pique y en esto trabaja hoy Alex Bolaños
El mediocentro ecuatoriano tuvo una época de oro en el Astillero pero fue cayendo en su juego y ya está retirado hoy
La carrera del mediocampista ecuatoriano Álex Bolaños quedó marcada de forma indeleble por la final del Campeonato Nacional de 2014, el Clásico del Astillero entre Barcelona SC y Emelec. En el partido de vuelta, en el Estadio Capwell, Bolaños fue expulsado apenas a los diez minutos por doble tarjeta amarilla, dejando a su equipo con diez hombres en el encuentro que terminó en derrota 3-0 y el título para Emelec.
La tempranera y polémica expulsión desató una ola de acusaciones y rumores que afectaron profundamente la reputación de Bolaños. Directivos de Barcelona SC, como el entonces presidente Antonio Noboa, insinuaron públicamente que la derrota se debió a "algo extraño", alimentando la teoría, nunca comprobada, de que el jugador se habría "vendido". A pesar de que el futbolista siempre negó rotundamente las acusaciones, el estigma se adhirió a su imagen.
Tras aquel incidente, su vínculo con Barcelona SC se rompió de manera abrupta, lo que lo obligó a iniciar una batalla legal por haberes pendientes que duró años. Aunque Bolaños continuó su carrera en varios clubes de Ecuador, e incluso tuvo un breve paso por el fútbol internacional (Olimpo de Argentina y Santa Cruz de Brasil), el brillo que había mostrado previamente en LDU Quito y Deportivo Quito se fue disipando, y su carrera profesional entró en una fase de notable declive.
Sin embargo, en su vida fuera de la élite, Álex Bolaños ha encontrado un nuevo propósito. Lejos de los reflectores y las polémicas que empañaron su trayectoria, el exvolante ha decidido enfocarse en la formación de las nuevas generaciones. Actualmente, Bolaños está dedicado a dirigir y entrenar en su propia escuela de fútbol, un proyecto que comparte a través de sus redes sociales.
Las plataformas digitales se han convertido en la vitrina de esta nueva faceta, donde se le ve en su rol de entrenador, compartiendo su experiencia y conocimiento con niños y jóvenes. Este nuevo camino representa una transición del campo de juego a los banquillos, buscando dejar un legado positivo y contribuir al desarrollo del fútbol ecuatoriano desde sus bases, alejado de las controversias de su pasado.
