El delantero que tanto soñó Liga de Quito pero no pagaron 200 mil, se destapó que cobraba 1000 por gol

El cuadro albo estuvo tras los pasos del jugador que en Deportivo Cuenca pactó USD 1000 por gol. Se trata de Pablo Magnin

Liga de Quito / Foto: API
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El delantero argentino Pablo Magnin fue uno de esos nombres que sonaron con fuerza en la órbita de Liga de Quito para reforzar su ataque, especialmente tras su destacada temporada en Deportivo Cuenca. El cuadro Albo, en su búsqueda constante de un "goleador nato" que lidere su ofensiva, puso sus ojos en Magnin. Sin embargo, lo que parecía ser un traspaso factible se truncó no por la calidad del jugador, sino por detalles económicos, dejando un sabor amargo entre la directiva que tanto soñó con verlo de blanco.

La principal traba que impidió la llegada de Pablo Magnin a LDU se centró en la parte económica. Se reportó que el club capitalino no estuvo dispuesto a desembolsar una cifra cercana a los 200 mil dólares para asegurar la transferencia o cumplir con las pretensiones salariales del jugador. Este monto, considerado modesto en el mercado de fichajes para un delantero con su eficacia comprobada, resultó ser un obstáculo insalvable y frustró la operación, dejando a La U sin uno de los goleadores más codiciados de la LigaPro.

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La clave de la ambición de Magnin y lo que demostró su valor en el mercado se destapó con la revelación de su contrato en Deportivo Cuenca. Se conoció que el delantero argentino había pactado un esquema salarial particular que incluía un bono de USD $1.000 por cada gol anotado. Esta cláusula inusual no solo reflejaba la confianza del jugador en su capacidad goleadora, sino que también lo motivaba a mantener su alto rendimiento, convirtiéndolo en un jugador sumamente productivo y, por ende, más costoso para cualquier club que quisiera ficharlo.

La jugada contractual de Magnin en Cuenca rindió frutos. Durante su temporada en el Expreso Austral, el delantero se convirtió en uno de los máximos artilleros del campeonato, anotando 16 goles en 31 partidos. Con esa cifra, el Morlaco tuvo que desembolsarle $16.000 adicionales solo en concepto de bonificaciones por sus anotaciones. Este desempeño goleador reafirmó su valor, y el hecho de que LDU no quisiera pagar los 200 mil dólares necesarios, resalta el cálculo fallido del cuadro Albo sobre lo que costaría la eficacia en el área.

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El desenlace de la historia de Pablo Magnin con el fútbol ecuatoriano fue agridulce. A pesar de su gran rendimiento goleador, no renovó con Deportivo Cuenca, que alegó que su alto salario era insostenible. Incluso, tras su salida, el club Morlaco terminó siendo sancionado por la FIFA con la prohibición de inscribir jugadores por tres periodos debido a una deuda pendiente con el delantero. Magnin, por su parte, regresó a Argentina, fichando por Sarmiento de Junín, donde la continuidad de su carrera se aseguró tras la fallida negociación con el campeón ecuatoriano.

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