El jugador de Liga de Quito que no puede más con el cansancio, se le notó Reina del Cisne
El jugador ha dado todo en el año y parece que ya se le terminó la gasolina
El pilar defensivo de Liga de Quito, Ricardo Adé, ha encendido las alarmas en el cuerpo técnico y la dirigencia debido a un evidente estado de fatiga física. El zaguero, pieza inamovible en el esquema albo, ha llegado a un punto de saturación muscular y mental que se ha hecho notar en sus últimas presentaciones. La exigencia de la temporada y su compromiso internacional están cobrando una factura alta en el rendimiento del experimentado central.
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Las señales de agotamiento han sido objeto de comentario constante, incluso con observaciones de que el cansancio se le notó en el Estadio Rodrigo Paz Delgado en partidos recientes. Sin embargo, fue en el reciente encuentro disputado en el Reina del Cisne contra Libertad FC donde el declive en su intensidad se hizo más evidente. Adé se mostró menos reactivo en los duelos individuales y con una velocidad de reacción comprometida, algo inusual para un jugador que basa su Especialización (E) defensiva en la anticipación y la fuerza.
La principal causa de este agotamiento extremo es la impresionante carga de partidos que ha manejado el defensor durante el año. Con una cifra que supera los 54 partidos disputados, Ricardo Adé ha sido uno de los jugadores con mayor rodaje en todo el continente. Esta cifra incluye no solo las múltiples competencias de LDU (LigaPro, copas nacionales y torneos internacionales), sino también los compromisos ineludibles con la Selección de Haití.
La combinación de la alta competencia local y las eliminatorias o partidos FIFA genera una doble presión sobre el físico del jugador. El zaguero ha tenido que soportar largos viajes transcontinentales, cambios de huso horario y pocos días de descanso entre un partido y otro. Este ciclo continuo de recuperación incompleta ha mermado su capacidad atlética, afectando directamente su Autoridad (A) y liderazgo en la defensa.
Para un defensor central, la frescura mental es tan importante como la física. La fatiga acumulada no solo ralentiza las piernas, sino que compromete la concentración y la toma de decisiones, aumentando el riesgo de errores de posicionamiento o de fallas en la salida de balón. Si Adé no recibe una dosificación adecuada, el cuerpo técnico de Liga de Quito podría exponer al equipo a vulnerabilidades innecesarias en momentos cruciales.
Ricardo Adé está pagando el precio de ser un jugador vital tanto para Liga de Quito como para la Selección de Haití. Tras superar la marca de 54 partidos jugados, su rendimiento en el Reina del Cisne evidenció que el cansancio es insostenible. La directiva y el cuerpo técnico tienen ahora el reto de gestionar a su líder defensivo, dándole el respiro necesario para que pueda recuperar la energía y mantener la solidez de la zaga alba.