Liga Pro A

El recibimiento de LDU fue increíble, pero así es como hacen los hinchas de Palmeiras para meter miedo al rival

Desde las gradas del Palmeiras también buscarán presionar a los albos porque saben que deben remontar 3 goles

Por David Alomoto

Liga de Quito-Palmeiras / Foto: UOL
Liga de Quito-Palmeiras / Foto: UOL

Mientras que el recibimiento de Liga de Quito en el Estadio Rodrigo Paz Delgado para el partido de ida fue una fiesta épica llena de cánticos, pirotecnia y un histórico telón, la atmósfera que espera al equipo ecuatoriano en el Allianz Parque de São Paulo es de una intensidad diferente. La afición de Palmeiras, conocida por su pasión desbordada, transforma el estadio en un caldero de intimidación que busca anular la ventaja de LDU desde el momento en que pisan suelo brasileño.

El entrenador de Palmeiras, Abel Ferreira, ha sido la voz principal que ha movilizado a la torcida, consciente del poder psicológico de su público. Tras la dura derrota 3-0 en Quito, el DT portugués hizo un llamado apasionado, pidiendo a los hinchas: "No dejen de cantar y animar al equipo. Somos el equipo de las remontadas y del amor. Más que nunca, necesitamos ayuda". Este mensaje transforma el apoyo en una obligación emocional para revertir un marcador casi imposible.

El estadio del Verdão, el Allianz Parque, es una de las canchas más modernas y compactas de Sudamérica, lo que potencia su acústica. La cercanía de las gradas al campo y la estructura cerrada permiten que el estruendo de los cánticos y las percusiones sea ensordecedor. Para los equipos visitantes, este ambiente no es solo ruido; es una muralla sonora diseñada para perturbar la comunicación, minar la concentración de los jugadores y amplificar cada error.

El principal motor de esta intimidación es la Mancha Verde, la barra organizada de Palmeiras. Su accionar se centra en el canto incesante desde el primer minuto hasta el final, buscando generar un efecto asfixiante sobre los rivales. A diferencia de las celebraciones, el objetivo en el partido de vuelta es la presión continua, haciendo sentir a los jugadores de Liga que están en minoría y bajo un asedio constante.

La táctica de intimidación no solo se limita al día del partido. Las acciones previas, como las peticiones de los hinchas a la directiva para asistir al último entrenamiento antes del encuentro, buscan enviar un mensaje de unidad y fe inquebrantable en la remontada. Este acto es una demostración de fuerza y una declaración de guerra psicológica, preparando el terreno para el ambiente hostil que encontrará LDU en el vestuario y en el césped.


Más noticias