Por Mateo Garzón
Narciso Mina confirmó: "Yo les daba por Clásico hasta $1000 a los chicos por un pase gol, en partidos normales les daba $ 400, un reloj o perfumes. Damián Díaz me decía '¿Por qué haces es? No los malacostumbres'. Los más favorecidos fueron Matamoros, José Ayoví y Bryan de la Torre. Damián Díaz nunca me quiso coger plata", esto para Radio Huancavilca.
En una revelación que sigue generando revuelo en el fútbol ecuatoriano, Narciso Mina profundizó en su confesión sobre los incentivos económicos que ofrecía a sus compañeros durante su etapa en Barcelona Sporting Club en el 2012. En esta ocasión, el exdelantero puso especial énfasis en la postura de Damián Díaz, quien se negó rotundamente a aceptar cualquier tipo de pago por sus asistencias.
“Yo les daba por Clásico hasta $1000 a los chicos por un pase gol, en partidos normales les daba $400, un reloj o perfumes. Damián Díaz me decía ‘¿Por qué haces eso? No los malacostumbres’. Los más favorecidos fueron Matamoros, José Ayoví y Bryan de la Torre. Damián Díaz nunca me quiso coger plata”, reiteró Mina.
La negativa de Damián Díaz a aceptar los incentivos económicos ofrecidos por Mina revela una visión distinta sobre el fútbol y el éxito. Mientras que Mina buscaba maximizar su rendimiento individual a través de recompensas monetarias, Díaz prefería enfocarse en el trabajo en equipo y en el bienestar colectivo.
La postura de Damián Díaz no sorprende a quienes conocen su trayectoria en Barcelona Sporting Club. El 10 amarillo es considerado un emblema del club y un referente para las nuevas generaciones de futbolistas. Su liderazgo, su entrega y su compromiso con la camiseta lo han convertido en uno de los jugadores más queridos por la afición.
La negativa de Díaz a aceptar dinero por sus asistencias refleja su profesionalismo y su amor por el fútbol. El volante argentino siempre ha demostrado que su principal motivación es ayudar al equipo a conseguir victorias y títulos.
Las revelaciones de Narciso Mina y la postura de Damián Díaz muestran las dos caras de la misma moneda. Por un lado, está la ambición individual y el deseo de triunfar a toda costa. Por otro lado, está el compromiso con el equipo y el juego limpio.
Ambas visiones tienen sus defensores y sus detractores. Algunos consideran que la actitud de Mina es comprensible y que el fin justifica los medios. Otros, en cambio, critican a Mina por fomentar un individualismo excesivo y perjudicar el espíritu de equipo.
Más allá de esta polémica, tanto Narciso Mina como Damián Díaz dejaron una huella imborrable en Barcelona Sporting Club. Mina fue un goleador implacable que ayudó al equipo a conseguir importantes triunfos. Díaz, por su parte, se convirtió en un referente y en un ídolo de la afición.
Las revelaciones de Narciso Mina y la postura de Damián Díaz nos muestran la complejidad del fútbol y la diversidad de personalidades que conviven en un equipo. Si bien ambas visiones son válidas, es importante destacar que el éxito deportivo no solo se mide en números, sino también en valores como el compromiso, el trabajo en equipo y el respeto por el juego.
El 2012 es un año que los hinchas de Barcelona Sporting Club recuerdan con gran cariño. Aquel año, el equipo amarillo logró levantar el título de campeón luego de una larga sequía, y las figuras principales fueron Narciso Mina y Damián Díaz. Sin embargo, detrás de esta exitosa campaña se esconden historias y visiones distintas sobre el éxito deportivo, como lo revelaron las recientes declaraciones de Mina.
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