Emelec fue humillado ante Barcelona SC y mira la fuerte sanción que tendría el Capwell por lanzar botellas a la cancha
Los hinchas del cuadro Millonario lanzaron botellas y piedras, lo que obligó a paralizar el duelo. Podrían quedar suspendido más de 5 fechas
El reciente Clásico del Astillero en el Capwell, que concluyó con una humillante derrota para Emelec, se vio empañado por serios incidentes en las gradas. La frustración de la hinchada "millonaria", que vio a su equipo superado en el campo de juego, se desbordó en un lamentable acto de violencia. La respuesta de un sector de la afición fue el lanzamiento de objetos contundentes, como botellas y piedras, hacia la cancha.
Este comportamiento irresponsable no solo interrumpió el normal desarrollo del partido, obligando al árbitro a paralizar el encuentro, sino que también puso en grave riesgo la integridad física de los jugadores y el cuerpo técnico. La seguridad de todos los presentes en el estadio George Capwell se vio comprometida, y la imagen del fútbol ecuatoriano quedó gravemente afectada por estos actos de indisciplina.
La Liga Pro, el organismo rector del fútbol profesional en Ecuador, tiene un reglamento estricto para este tipo de situaciones. El lanzamiento de objetos con impacto, especialmente si ponen en peligro la seguridad de los protagonistas, es una falta muy grave que amerita sanciones severas. Ante la evidencia visual de lo ocurrido, el Comité Disciplinario tiene la obligación de actuar de manera contundente para sentar un precedente y evitar que estos incidentes se repitan en el futuro.
La sanción que podría enfrentar Emelec por el comportamiento de sus hinchas es de una gran magnitud. Los antecedentes en la Liga Pro demuestran que, en casos similares, los clubes han sido castigados con el cierre parcial o total de su estadio. La gravedad de los hechos en el Clásico del Astillero, con lanzamiento de botellas y piedras, podría llevar a una suspensión del Capwell por un número significativo de fechas, superando incluso las cinco, como lo han anticipado algunos medios.
El club guayaquileño podría tener que afrontar sus próximos partidos como local sin el apoyo de su público, lo que sería un duro golpe tanto en lo deportivo como en lo económico. La suspensión del estadio no solo afecta la taquilla, sino que también genera una multa económica que podría ascender a una cantidad considerable, agravando la situación financiera de la institución.
Este lamentable episodio deja una lección clara para todos los clubes e hinchas del fútbol ecuatoriano: la pasión no puede excusar la violencia. Los actos vandálicos en los estadios deben ser erradicados, y las autoridades deportivas deben ser inflexibles a la hora de sancionar a los responsables. Lo que ocurrió en el Capwell no solo fue una humillación deportiva, sino una mancha que pone en tela de juicio la cultura del fútbol en el país.