Está en todo Christian Cueva, mira lo que hizo cuando vio que Junior Sornoza se lesionó y Emelec iba perdiendo ante IDV

El peruano bajó hasta la zona de campo de Emelec, para darle la mano a Sornoza y ayudar a subirlo a la camilla

Emelec / Foto: API
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Foto de David Alomoto
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El fútbol, más allá de la rivalidad y la lucha por los puntos, regala a menudo momentos de profunda humanidad y deportividad. Uno de estos episodios se vivió en el intenso encuentro entre Emelec e Independiente del Valle (IDV), cuando el volante de IDV, Junior Sornoza, cayó lesionado en el campo. A pesar de que el marcador no favorecía a su equipo, fue Christian Cueva, el talentoso mediocampista peruano de Emelec, quien protagonizó un gesto que trascendió la camiseta y el contexto del partido.

Mientras el juego se detenía y los médicos de Independiente del Valle acudían a socorrer a Sornoza, las cámaras captaron una escena inusual: Christian Cueva abandonando la zona de mediocampo para acercarse al jugador caído. En ese momento, Emelec se encontraba en desventaja en el marcador y urgido por recuperar la posesión para buscar el empate, lo que hace su acción aún más notable por la prontitud con la que decidió intervenir.

La lesión de Sornoza era evidente, y el dolor le impedía levantarse por sus propios medios. Fue entonces cuando Cueva se acercó con una actitud de genuina preocupación. Sin dudarlo y sin esperar el protocolo usual, el peruano se agachó para darle la mano a su colega ecuatoriano, demostrando un respeto y una empatía que superan cualquier enemistad deportiva.

La ayuda de Cueva no se limitó a una simple palmada o una palabra de aliento. Al ver la dificultad para mover a Sornoza y subirlo a la camilla, el jugador de Emelec colaboró activamente con el cuerpo médico de IDV. Su participación fue clave para que el traslado del lesionado se realizara de manera rápida y segura, un acto que no es común ver en un jugador estrella de un equipo rival en medio de un partido de alta tensión.

Esta acción de "Aladino" resonó fuertemente en la prensa y entre los aficionados. En un deporte donde la fricción y la pasión a veces opacan el compañerismo, el gesto de Cueva sirvió como un recordatorio de que, a pesar de la camiseta que se vista, todos los futbolistas comparten la misma vocación y están expuestos al riesgo de la lesión. Su gesto demostró que la solidaridad no tiene colores.

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En definitiva, la imagen de Christian Cueva bajando hasta la zona rival para asistir a Junior Sornoza es un testimonio de su calidad humana. Mientras el partido seguía su curso y Emelec lidiaba con una derrota parcial, el peruano eligió anteponer el compañerismo al fragor de la competencia, ganándose el aplauso y reconocimiento general por un acto de pura deportividad que quedará como un ejemplo positivo en el fútbol ecuatoriano.

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