Estaba lesionado y lo que le dijo Gonzalo Valle a Adé, aún así Tiago Nunes no lo cambió por Domínguez
El portero luego de una gran salvada le dijo a su defensa "no doy más", pese a ello no le hicieron el cambio porque estaba lesionado
El arquero de Liga de Quito, Gonzalo Valle, se ha consolidado como un baluarte de la portería alba a base de grandes actuaciones, aunque su trayectoria ha estado marcada por la constante lucha contra las dolencias. En un momento cumbre de un partido crucial, que exigía al máximo la concentración y la resistencia física, Valle exhibió su compromiso al límite. Después de realizar una atajada espectacular que evitó un gol inminente, su cuerpo finalmente cedió, dejándolo en una situación de dolor extremo.
Fue en ese instante de vulnerabilidad que se produjo una escena que grafica el drama del deportista de élite. Las cámaras captaron el momento en que Gonzalo Valle se dirigía a su compañero, el defensor haitiano Ricardo Adé, con una frase cargada de angustia y sinceridad: "No doy más". Esta expresión, dicha por un jugador que lo estaba dejando todo en el campo, no era una simple queja, sino una súplica sincera al sentir que su físico ya no respondía a la exigencia del encuentro debido a la lesión.
A pesar de la visible incomodidad de Valle y su franco mensaje a Adé, el cuerpo técnico liderado por Tiago Nunes decidió no ejecutar la sustitución de manera inmediata. La decisión de mantener al arquero titular en el campo, aun estando lesionado, fue un movimiento de alto riesgo que generó debate. La presencia de un referente como Alexander "Dida" Domínguez en el banquillo aumentaba la polémica sobre la reticencia del entrenador a realizar el cambio en ese momento delicado.
La explicación extraoficial de esta controvertida decisión radicaba en que el equipo médico y el cuerpo técnico creyeron que, aunque Gonzalo Valle estaba afectado, aún podía resistir hasta un momento más oportuno. La lógica, en un partido cerrado, apuntaba a quemar los tiempos muertos antes de agotar una ventana de sustitución en la portería, un puesto que suele desequilibrar la dinámica del juego. No obstante, obligar al portero a continuar bajo esas condiciones físicas representó una gran presión.
El dilema de Tiago Nunes era evidente: reemplazar a un Valle que, pese a la lesión, venía siendo figura y estaba demostrando una fortaleza mental admirable, por un "Dida" que, aunque experimentado, podría tardar en entrar en ritmo. Sin embargo, priorizar el tiempo sobre la salud del jugador, después de que este confesara a Adé no poder más, es un reflejo de las difíciles y crudas decisiones que se toman en el alto rendimiento, donde a veces la necesidad de ganar se impone al bienestar físico.
Finalmente, aunque Gonzalo Valle pudo terminar el tramo que le fue exigido, el episodio dejó una sensación de peligro y sacrificio. El diálogo entre el portero y el defensor, la atajada heroica seguida del grito de dolor y la no sustitución por Domínguez se convirtieron en el símbolo de la lucha de Valle contra la adversidad, un jugador que debe pelear constantemente contra las lesiones para defender la camiseta de Liga de Quito.