Hoy gana 50 mil en Barcelona SC pero mira de cuánto fue el primer salario de Felipe Caicedo y se lo dio a su madre
El delantero ecuatoriano contó que todo su primer salario se lo dio a su madre para que comprara cosas para su casa
La carrera de Felipe Caicedo es un testimonio de la transformación que puede experimentar un joven futbolista al dar el salto del barrio a la élite mundial. Su llegada a Barcelona SC, el club de sus amores, con un sueldo estimado en USD 50.000 mensuales, representa la cúspide de un recorrido profesional que lo vio pasar por el Manchester City, Lazio y la millonaria liga de Arabia Saudita. Sin embargo, este presente de grandes cifras contrasta profundamente con la modestia de sus inicios.
La "Pantera" ha compartido en varias ocasiones la conmovedora historia de su primer ingreso como futbolista profesional, una cifra que hoy parece insignificante en comparación con su actual contrato. El joven Caicedo recibió un salario que oscilaba entre USD 300 a USD 400, una cantidad que, aunque pequeña para los estándares del fútbol actual, representaba una fortuna para su familia en ese entonces y un logro personal incalculable.
Lo más emotivo de esta historia es el destino que el delantero le dio a ese primer cheque. Fiel a sus valores y a la importancia de la familia en su vida, Caicedo no dudó en entregar la totalidad de ese dinero a su madre. Su intención era clara: que ella pudiera comprar cosas y arreglos para la casa familiar, un acto de gratitud y amor que subraya el profundo vínculo con sus orígenes humildes y el sacrificio de su progenitora.
Este acto inicial marcó la pauta en la vida de Caicedo, quien desde entonces ha mantenido un perfil solidario y familiar. La diferencia entre los USD 300 o USD 400 de su debut y los supuestos USD 50.000 que gana en Barcelona SC no solo es económica, sino que simboliza la capacidad del deporte para cambiar vidas. Es la prueba tangible de que la perseverancia, el talento y el apoyo familiar pueden llevar a un joven ecuatoriano a triunfar en los escenarios más grandes del mundo.
De esta manera, la historia de Felipe Caicedo trasciende lo deportivo. Su regreso al Ídolo del Astillero con una remuneración de estrella es la culminación de un ciclo, pero su gesto con su madre al inicio de su carrera será siempre la anécdota más memorable. Los miles de dólares de hoy no opacan la nobleza de esos pocos cientos que, con todo el corazón, entregó para mejorar la vida de su familia, convirtiéndose en un verdadero hito de su trayectoria personal.
