Por David Alomoto

La escena capturada en el entrenamiento de Barcelona Sporting Club fue la cruda estampa de una profunda crisis institucional: el director técnico español Ismael Rescalvo se quedó completamente solo en la mitad de la cancha, esperando por un plantel que decidió no presentarse. Según reportes de Notidiario EC, el estratega acudió a la práctica con la intención de dirigir, solo para encontrarse con el vacío de la ausencia de sus jugadores. Esta imagen se convirtió en el símbolo más visible del conflicto interno del club.
La decisión radical de los jugadores de no entrenar fue una medida de protesta extrema debido a los reiterados incumplimientos en el pago de sus salarios. A pesar de los esfuerzos de la dirigencia por manejar la situación en la interna, la acumulación de meses de deuda, que afecta a figuras como Felipe Caicedo, llevó a los futbolistas a tomar acción. El plantel determinó que el paro de actividades era la única manera de forzar una respuesta institucional y un calendario de pagos que pusiera fin a la incertidumbre económica.
Lo que hizo Ismael Rescalvo ante la ausencia de sus dirigidos fue quedarse en el terreno de juego, en un gesto que algunos interpretaron como una muestra de su compromiso y otros como un acto de impotencia. El DT se mantuvo allí por un tiempo, solo con su cuerpo técnico, evidenciando que el problema de la falta de pagos es un asunto que lo supera y que ha fracturado la relación laboral y disciplinaria del club, poniendo la gestión técnica en segundo plano frente a la crisis financiera.
La negativa del plantel a entrenar hasta no obtener una solución de la directiva expone un severo déficit de liderazgo en las altas esferas del club. Al margen de las críticas deportivas que ha recibido Rescalvo, esta situación demuestra que el cuerpo técnico no puede operar en un ambiente de inestabilidad económica y descontento generalizado. El DT, que tiene uno de los salarios más altos de la LigaPro, se encuentra en la incómoda posición de ser un empleado más, atrapado en una disputa entre la plantilla y la dirigencia.
Más allá de la legítima protesta de los jugadores, la acción de dejar "plantado" al entrenador sienta un precedente delicado para la disciplina interna del equipo. Este tipo de medidas, aunque efectivas para visibilizar el problema, comprometen el trabajo del cuerpo técnico y la preparación deportiva. Rescalvo, conocido por su carácter fuerte, ahora debe lidiar con un plantel desmoralizado y con una autoridad mermada por la crisis económica que lo obligó a esperar solo en el campo.

16/11/2025

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