Lo que costaron los daños que hicieron al Gonzalo Pozo los hinchas del Deportivo Quito por malos perdedores
El cuadro azul y grana fue eliminado en el ascenso y varios aficionados se metieron a la cancha
Los actos de violencia y vandalismo cometidos por un grupo de hinchas del Deportivo Quito tras la eliminación del club en los octavos de final de la Segunda Categoría, ante Mineros SC, dejaron una dolorosa factura que va mucho más allá de lo deportivo. Los desmanes ocurridos en el Estadio Gonzalo Pozo Ripalda (casa de Aucas) generaron destrozos significativos en la infraestructura del escenario, provocando una pérdida económica millonaria para el ya golpeado club azulgrana.
Según declaraciones del directivo de Deportivo Quito, José Pardo, el costo total de los daños causados por los denominados "malos perdedores" asciende a una cifra alarmante: cerca de 50 mil dólares. Este monto refleja la magnitud de la destrucción en elementos de alto valor dentro del estadio, una pérdida que el club, inmerso en una profunda crisis financiera y de deudas históricas, deberá asumir en un momento crítico.
Los actos vandálicos se concentraron en bienes de tecnología y seguridad, además de la infraestructura básica del estadio. Pardo detalló que los hinchas destrozaron tres módulos de las pantallas LED de alto costo, elementos cruciales para la publicidad y el marcador del escenario deportivo. Adicionalmente, se reportó el daño a puertas de acceso y la sustracción de micrófonos que eran utilizados por el equipo de transmisión y prensa en la cobertura del partido.
La gravedad de la situación radica no solo en el monto económico, sino en el golpe a la imagen del club. Deportivo Quito, a través de sus directivos, tuvo que admitir públicamente que la eliminación fue un "golpe duro", pero lamentó aún más los hechos de violencia que empañaron el cierre de su participación. La institución se vio obligada a emitir un comunicado oficial calificando los incidentes como "repudiables" y asegurando que buscaría identificar a los responsables.
La directiva del 'AKD', con José Pardo a la cabeza, prometió tomar acciones contundentes. Aseguraron que asumirán la reparación de todos los daños ocasionados en el Gonzalo Pozo Ripalda para evitar sanciones mayores y que, además, presentarán la denuncia penal necesaria contra los vándalos. Esto con la intención de prohibir el ingreso de por vida a cualquier actividad relacionada con la institución a quienes resulten culpables de los destrozos.
En un contexto donde Deportivo Quito lucha por saldar deudas que superan los siete millones de dólares y con un presupuesto operativo muy ajustado, el gasto de $50 mil dólares en reparaciones representa un retroceso enorme en sus esfuerzos por sanear las finanzas y lograr el tan ansiado ascenso a la Serie B. El comportamiento de este grupo de aficionados, al final, penaliza doblemente al club: lo deja fuera de la lucha por ascender y le genera una deuda adicional insostenible por un acto de total irresponsabilidad.